Víctor Coyote repite ritmos bailables con 'Lo bueno dentro'
Víctor Aparicio, alias Abundancia, plantó sus reales en el Madrid de la movida para sacudir con un soplo de inspiración artística el, por aquel entonces, aburrido panorama nacional. Con la música, estableció un nexo vital y siempre sorprendente en un trío, Los Coyotes, que aglutinaba rockabilly e influencias latinas. Ahora, algunos años después, Víctor Aparício sigue haciendo discos con la misma fe del principio. El último, Lo bueno dentro, ha sido grabado a caballo entre Sâo Paulo y Madrid.
Aparicio, de 37 años, ha sido siempre un pionero. Ahora, echando la vista atrás, se hace notoria la evolución de su personalidad artística en el transcurso de estos tres lustros: "Afortunadamente, han cambiado mucho las cosas. Eso es bueno, porque cuando cambias es que estás vivo. De aquel trío de rockabilly hasta este último disco he pasado un montón de etapas que han estado muy bien". Para el artista, "el mestizaje es algo característico de estos tiempos, porque uno puede ver en la tele a dos tíos tocando un botella de anís en un pueblo y, acto seguido, a Samantha Fox o a Take That. Esa mezcla que ofrecen continuamente los medios de comunicación se puede usar o no. Pero no se trata de una fórmula matemática infalible, sino de una simple opción".
La música del norte
En su último trabajo discográfico, Aparicio echa una profunda mirada sobre el folclor de uno de los países más sugestivos del Nuevo Continente: "De Brasil me interesó sobre todo la música del Norte, los tambores de olodun. También hay un rollo muy floclórico de acordeón y triángulo que tiene cierto parecido con la música del norte de Portugal, que es de donde yo vengo [Tuy, Pontevedra]. En ese sentido, no es sólo música brasileña con una voz que no pega por encima y eso es algo que me hace sentir orgulloso del disco".Otra constante de la obra musical de Víctor Aparicio es la de trabajar siempre con ritmos bailables: "Me encanta la música que hace moverse a la gente, ya sea rock and roll o ragtime o funk... La música de baile es para el cuerpo". No obstante, esos ritmos son combinados por este compositor con textos muy personales y casi tan visuales como su obra pictórica: "En el rock hay mucho texto típico, mucha generalización que no me interesa. Me gusta hablar de cosas que están sucediendo en un momento concreto".
Como personalidad atípica dentro del mundillo del pop, Víctor Aparicio jamás se ha obsesionado con ser mayoritario. Es, quizá, uno de los más claros exponentes de autor de disco-arte, frente a la concepción disco-negocio, evidentemente más pragmática: "D-esde luego, no me preocupa que todos mis movimientos se encaminen hacia la mercadotecnia. Yo hago cosas como sé hacerlas y, si le gustan a la gente, perfecto. Pero ya se me pasó el momento de querer ser una rock´n´roll star".
