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El ecu de los ciudadanos

Un millón de europeos opinan sobre eI diseño de la moneda única

La germano-francesa Sylvia Bourdon, de 46 años, está a punto de terminar el proyecto al que se dedica desde casi 10 años: que los ciudadanos europeos decidan qué tipo de diseño quieren para las monedas y los billetes de la futura divisa única. Un proyecto que muestra hoy todo su interés, puesto que el Ecofin dio, el pasado 8 de abril en Versalles (Francia) la fecha del 2002 como más probable para que los ciudadanos europeos paguen sus compras cotidianas con ecus. La Comisión de Bruselas, por su parte, está elaborando para el próximo Consejo europeo de los días 25 y 26 de junio en Cannes (Francia), un Libro Verde sobre los aspectos técnicos del paso de Ias monedas nacionales al ecu.La motivación de esta hija de padre francés y madre alemana para su iniciativa es muy sencilla: "pueblos que comparten la misma moneda no se hacen la guerra". Apasionada por la construcción europea, SvIvia Bourdofi, creó en 1988 su asociación Competición gráfica para el ecu, con miras a lanzar un concurso de grafistas que será seguido de una consulta popular para dar la palabra a los europeos sobre su futura moneda.

El concurso gráfico fue abierto en abril de 1993. Seis meses después, 10 proyectos de billetes y nueve de monedas fueron elegidos por un jurado compuesto por varios diseñadores europeos. El proyecto recibió la bendición oficial del Parlamento Europeo el 4 de mayo de 1994. Tuvo el respaldo del Presidente de la Asamblea de Estrasburgo, el alemán Egon Klepsch. Sostuvieron también oficialmente la iniciativa, entre otros, Roland Dumas, ex ministro francés de Exteriores y Simone Veil, por aquel entonces ministro de Asuntos Sociales del Gobierno francés.

El momento era propicio para popularizar el concurso. Fueron editados 55.000 ejemplares de un gran cartel en nueve idiomas en el que se podía leer: "Mañana, ¿Qué obra de arte en su cartera? Vote y échele talento al ECU". Sylvia Bourdon consiguió también de la prensa europea que imprimiesen los 19 diseños de billetes y monedas. Lo hicieron gratis, como si fuera una publicidad, lo que permitió a su asociación, dice Sylvia Bourdon, ahorrar unos 600 millones de pesetas.

La consulta popular no sólo se celebró en la CE, sino también en los países que estaban entonces a punto de unirse: Austria, Finlandia, Noruega y Suecia, y además en Suiza y Polonia. Para votar, les bastó a los lectores elegir el billete y la moneda que preferían. La organizadora asegura haber recibido hasta hoy casi un millón de respuestas. Sin embargo, los gobernadores de los bancos centrales, sobre todo el del Bundesbank, han mostrado sus reticencias al proyecto.

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