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Temor Rusia a que una ola de calor sin precedentes propague el cólera

Pilar Bonet

La inusitada ola de calor, que desde hace casi un mes azota la capital rusa con temperaturas récord, amenaza con desatar una epidemia de cólera, ya que el vibrión de esta enfermedad ha sido detectado en el río Moscova. Hasta ahora, se han contabilizado dos casos de cólera. Las temperaturas, de más de 30 grados en el mes de mayo, han sido las más altas de toda la historia meterológica registrada de Moscú, que se remonta al siglo pagado, y se teme que contribuyan a la propagación de la enfermedad.El calor está provocando numerosos infartos e incendios forestales en la zona europea de Rusia. Las autoridades han declarado el estado de emergencia en los bosques de los alrededores de Moscú, donde hasta el 13 de junio habían ocurrido ya 183 incendios, es decir más que en todo el año pasado. Los agricultores temen por la cosecha de este año y la situación recuerda la sequía que se dio en 1972.

El calor ha provocado situaciones insólitas en estas latitudes tales como la paralización durante una jornada del aeropuerto internacional de Sheremiétevo, debido al reblandecimiento de una pista de despegue. Los servicios sanitarios de la capital han recomendado a los moscovitas que no beban alcohol antes de bañarse. Durante el pasado fin de semana, en las playas de Moscú se ahogaron 20 personas, en parte por no saber nadar y en parte por estar borrachas.

Las autoridades de Moscú han prohibido los baños en Kapotnia, una zona de cuatro kilómetros del río Moscova al sureste de la ciudad, y han dado orden de suspender las ventas de productos perecederos a las tiendas que no tengan frigorífico. Las intoxicaciones son de temer, dado que esta norma no se cumple y el estado higiénico de los comercios y restaurantes deja mucho que desear. El número de casos de enfermedades intestinales, diarreas y disenterías, ha aumentado este año a niveles sin precedentes.

Conspiración internacional

El calor está alterando en el comportamiento de los moscovitas, que, aparte de estar más irritables, se visten ahora como si estuvieran en una isla del Caribe incluso para ocasiones habitualmente formales e incluso llegan a dormir en los balcones de sus domicilios.El político ultranacionalista Vladímir Yirinovski dijo ayer en una rueda de prensa en el Parlamento que las actuales temperaturas forman parte de una conspiración de "los servicios secretos" internacionales contra Rusia. Según Yirinovski, estos "servicios secretos" provocarán grandes lluvias en otoño que pudrirán toda la cosecha y obligarán a los rusos a "ponerse de rodillas" para pedir comida.

En la vecina Ucrania, la epidemia de cólera se ha desatado ya, y en la ciudad de Nikolálev, al sur del país, una persona ha muerto y otras 71 se encuentran hospitalizadas, con la enfermedad ya declarada o en fase de incubación. Los contagiados se habían bañado en un río infectado y habían comido pescado en mal estado.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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