Borrell se niega a los cambios en la ley del cable solicitados por CiU

El ministro de Obras Públicas, José Borrel, se mostró ayer rotundamente contrario a modificar el proyecto de ley de telecomunicaciones por cable en el sentido solicitado por los nacionalistas catalanes. "Yo no soy el taquígrafo de Convergencia y Unió", dijo gráficamente Borrell, tras asistir al Consejo de Ministros de Telecomunicaciones celebrado en Luxemburgo. Esta declaración se produjo en vísperas de un acto convocado por la Generalitat sobre sus planes para organizar un operador catalán de cable.

Tras reiterar que la Constitución señala que las telecomunicaciones son "competencia exclusiva del Estado", Borrell admitió que la carta magna prevé la posibilidad de delegar competencias a las comunidades autónomas. Sin embargo, el ministro no cree que sea bueno que existan "17 reguladores de telecomunicaciones en España". Considera mejor que el "sistema nervioso de la sociedad del futuro" se desarolle desde el Gobierno central. "Y esto no es un planteamiento antiautonomista", agregó.El responsable español de telecomunicaciones recordó que el proyecto de cable es del Gobierno y considera que la gobernabilidad no consiste en "decir si" a todo lo que plantea CiU. "Ya se lo dije a Miquel Roca una vez: yo no soy un taquígrafo", subrayó.

En todo caso dejó bien claro que si el Gobierno y el grupo socialista tienen otra opinión o deciden otra cosa "yo no soy un obstáculo para llegar a ninguna clase de acuerdos". No omitió señalar que es competencia del grupo parlamentario socialista estudiar si "considera oportuno o conveniente, como pide CiU, cambiar lo que es competencia del Estado según la Constitución".

Borrell también confirmó al comisario europeo responsable de la Competencia, Karel Van Miert, las compensaciones ofrecidas a Airtel, el segundo operador español de telefonía móvil, por haber tenido que aportar 85.000 millones de pesetas como pago de una licencia de la que ha estado exento el primer operador, es decir, la Compañía Telefónica. Van Miert comentó que "prácticamente hemos encontrado una solución".

Según Van Miert, Airtel podrá utilizar sus propias infraestructuras, así como redes alternativas de comunicación, como la de Retevisión, para reducir sus costes. Las tarifas de interconexión entre la red móvil y la terrestre también serán rebajadas, según señaló el comisario responsable de la Competencia. Borrell se mostró, por su parte, "muy tranquilo" con el concurso público celebrado, que calificó como "ejemplo de transparencia".

Borrell agregó que sigue estudiando las tarifas telefónicas. "Hasta que no conozcamos toda la información para conocer los costes de los distintos servicios no plantearemos una modificación de las tarifás", afirmó. Para ello, Telefónica tiene que entregar la contabilidad auditada de sus costes.

Los responsables de Telecomunicaciones de la UE aprobaron, por otra parte, las reglas del juego de la futura liberalización, a partir de enero de 1998, de las telecomunicaciones en la Unión Europea. Durante la presidencia española se deberán desarollar distintas normativas para garantizar el servicio universal, la conexión de las distintas redes de comunicación, así como las normas para dar licencias.