Aznar exige a sus alcaldes una declaración de bienes y les prohíbe que contraten a familiares
José María Aznar enseñó ayer a los inminentes alcaldes del PP el código de circulación: las prohibiciones, las obligaciones y las recomendaciones para conducir los ayuntamientos. Ello pasa, según el líder del PP, por reducir el déficit, el nombramiento de cargos de confianza, los gastos de publicidad y las adjudicaciones de obras mediante concurso. Los alcaldes, concejales y cargos de su confianza tendrán que realizar unas declaraciones de bienes. Y ayer fueron expresamente advertidos de que no deben contratar a amigos ni familiares, ni a empresas suyas.
El Partido Popular tiene garantizadas 32 alcaldías de capitales de provincia por haber conseguido la mayoría absoluta, y confía en llegar a 38 o 40 como consecuencia de pactos y votaciones que le permitan salir adelante con su mayoría relativa. Todos fueron convocados ayer en la sede del PP, en una reunión presidida por Aznar, y en la que Mariano Rajoy, acompañado por Francisco Álvarez Cascos, les detalló el comportamiento que se espera de ellos. Los criterios, tal y como los resumió Rajoy ante los medios informativos, son los siguientes:
Austeridad. Reducción del déficit y del endeudamiento. Reorganización administrativa tendente a la simplificación de trámites. "Procurar" que la promoción de los funcionarios se realice mediante criterios objetivos. "Procurar" reducir los cargos de confianza. Reducción de gastos suntuarios, de representación y de publicidad. Reducción de los viajes al extranjero, y del encargo de estudios que son un subterfugio para beneficiar a determinados particulares.
Transparencia. Aumento del uso del sistema de subasta para la contratación de obras. Uso más restrictivo del concurso-subasta, del concurso y de la adjudicación, que debe realizarse a partir siempre de varias ofertas en liza.
Ética. Designación de altos cargos atendiendo principalmente a la experiencia y prestigio, con exclusión de amigos y familiares. Cumplimiento de la legislación sobre las incompatibilidades para contratar con empresas de familiares, sin que sea aceptable el subterfugio de que figuran testaferros. Obligación de los alcaldes, concejales y cargos de confianza de éstos a realizar ante notario una declaración de sus bienes y actividades que quedará depositada en el registro del Ayuntamiento.
Eficacia. Especial atención de los ayuntamientos a la política social. "Recomendación" de no subir los impuestos por encima del incremento del índice de precios al consumo (IPC). Favorecer el traspaso desde las comunidades autónomas a los ayuntamientos de servicios de atención directa al ciudadano, como son los servicios sociales, los relacionados con la juventud, el deporte y la cultura. Según el vicesecretario general del PP, Mariano Rajoy, esos traspasos han comenzado a realizarse ya en Baleares, Castilla y León y Canarias.
Rajoy advirtió, por otra parte, que el Partido Popular reclamará la presidencia de la Federación Española de Municipios y Provincias en la próxima asamblea de la FEMP, prevista para finales de este año. Pero el PP no ha elegido todavía a su candidato, en contra de lo que habían indicado algunos medios que señalaban a la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, como la persona escogida para ocupar ese puesto.
El PP tampoco ha decidido por el momento quién será su portavoz municipal en el Senado, pero ha decidido que uno de sus senadores se especialice en el seguimiento de la política municipal en la Cámara Alta y ejerza como portavoz.
La dirección del partido se mantiene inflexible respecto a que renuncien como diputados, de acuerdo con los estatutos del partido, los concejales electos que se convertirán próximamente en alcaldes. Esa incompatibilidad afecta, entre otros, a Gabriel Díaz Berbel (Granada), Teófila Martínez (Cádiz), Soledad Becerril (Sevilla) y Luisa Fernanda Rudi (Zaragoza), si bien en este último caso podría haber una excepción: si el PSOE se niega a facilitar que le sustituya como secretaria tercera en la Mesa del Congreso otro miembro del PP, entonces continuaría probablemente en ese puesto.
Mariano Rajoy aprovechó su rueda de prensa para señalar que "tenemos un Gobierno derrotado electoralmente por segunda vez, con problemas con su partido y que no se sabe a qué juega tras las discrepancias de Belloch y de Borrell con CiU. Esto no es un Gobierno sino una broma pesada".
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