"No estoy acabado"
E. MARTÍNEZ César Rincón consideraba su quinta salida a hombros en Madrid mucho más importante que las anteriores de 1991, "porque ahora ya me conocen y me exigen más, y porque demuestra que no estoy acabado, como dicen algunos".
El torero no entendía las protestas que escuchó durante la primera parte de su faena, "tuve que ir haciendo al toro, que no era nada fácil, poco a poco hasta que le ligué los muletazos", y añadía que esas protestas engrandecen más a Las Ventas, "cuyos aficionados no se casan con nadie, por mucho que les guste". Reconocía que el toro no le gustó de principio y que no tenía claro el triunfo: "Por eso no lo brindé en un principio, ya que manseó de salida y no humilló nunca. Pero con mucha paciencia, colocación,entrega y valor le fui pudiendo".
Espectadora de excepción del triunfo de su compatriota fue la embajadora de Colombia en Madrid, María Emma Mejía, que vio el festejo en un tendido, donde afirmó: "Él sí que es nuestro mejor embajador".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.