Ahora hay 'pijos' de padres liberales

ENVIADO ESPECIALMontxo Armendáriz, director de Historias del Kronen, explicó ayer en Cannes que con el equilibrio social, el crecimiento de las clases medias y el acceso a la Universidad, "lo que se denominaban pijos, que eran niños de familias acomodadas, pueden ser hijos de gentes liberales; ya resulta difícil distinguirlos unos de otros". De hecho, en su película, el cineasta reconoce que los padres del protagonista "podrían ser perfectamente gente del PSOE". "Pero me interesaba más el tema de la incomunicación del hijo con ellos que caer en un debate demagógico sobre si son de izquierdas, de derechas o apolíticos", afirma.

Armendáriz insiste en que lo que refleja la película -el deambular por Madrid de unos veinteañeros con dinero entre música, cocaína, sexo y coches- se refiere sólo a una parcela juvenil "que vive un poco al límite, rebeldes autodestructivos y casi suicidas". "No todos son así", añade. "Hay también insumisos y mucha gente que trabaja en organizaciones de tipo laboral o social".

Padre de una hija de 18 años, el cineasta opina que, por edad, es inevitable un distanciamiento generacional. "Los padres casi nunca sabemos qué hacen nuestros hijos, aunque lo puedes intuir hablando con ellos", dice. Y supone que la actitud de los adultos ante lo que se narra en la película varía entre quienes afrontan las imágenes y los que tratan de negarlas.

Armendáriz quiso rodar Historias del Kronen colocando la cámara "donde se situaría el espectador para ver esa zona fría y objetiva que no intenta hacer valoraciones ni juicios". Y cree que el filme alude a un problema social y educacional complejo. Porque, en su opinión, ese tipo de actitudes -la cobardía del protagonista al callarse mientras la criada es despedida como ladrona de un dinero que él ha quitado, por ejemplo-, no hace sino reflejar las constantes culturales de la actualidad: "Nos intentan vender que cuando uno tiene algo que perder hay que tratar de cargarle el muerto a otro; que se salve uno, que los demás no cuentan; que obtengamos la máxima satisfacción en el menor tiempo posible. Todo eso deriva hacia actitudes al margen de las ideologías".

La mentira

Armendáriz no es partidario de hacer interpretaciones sociales, que prefiere dejar para los espectadores de la película. Pero hace una consideración final sobre el fenómeno Kronen: "Quizá la única respuesta, aunque sea vaga y genérica, sea la lucha contra la mentira y la hipocresía. Ya se lo dice el abuelo al protagonista: "La mentira es el desastre".

El director de Tasio, 27 horas y Las cartas de Alou, explica que quizá haya sido Historias del Kronen su película más complicada técnicamente, debido a la banda sonora y a la dificultad de "mantener el nivel de las conversaciones y de la música en los bares".

Respecto a la afición de uno de los personajes de la novela y la película por títulos como Henry, retrato de un asesino y La naranja mecánica, Armendáriz dice que esos jóvenes las contemplan "casi como si fuera un juego, sin pensar que al final ellos mismos van a rodar una obra parecida cuando se produce la muerte de su amigo".