Licencias prohibidas
No es mal momento para recordar a los votantes que en la zona de Alonso Martínez-Santa Bárbara el Ayuntamiento de Tierno Galván había prohibido la concesión de nuevas licencias de bares. Tan pronto llegó el llamado centro-derecha al gobierno municipal quedó anulada esa medida. Esto no es todavía Huertas, donde la mafia del estrépito ha producido un auténtico desastre urbano, pero vamos por un camino parecido: un barrio apacible de siempre y que despuntaba de nuevo se está hundiendo. ¿Qué tienda, qué galería de arte, puede durar en una zona de ocio donde hay que sortear vómitos para caminar? He visto morir a una persona cuya larga agonía se vio acompañada del pum pum pum (unos tres golpes por segundo) del local de Femando VI, 6; sé de minusválidos que apenas pueden salir a la calle en su coche de ruedas desde que la inoperancia municipal deja aparcar en las esquinas y que tampoco pueden descansar por las noches. Y sé, claro, que a mí no me bastan dobles ventanas, persianas aislantes y tapones en los oídos.Se dice a veces que solucionar estos problemas es difícil. Falso: están solucionados en toda Europa. Pero, en todo caso, en la zona a que me refiero, si el problema existe es porque alguien lo ha querido. Y eso no tiene otra explicación que la corrupción o el sadismo. Por cierto que el concejal del distrito era Matanzo. Quien tanto alardeaba de luchar contra el ruido sólo luchó contra la música en directo, es decir, contra los músicos españoles, y contra quienes le criticaron. Pero, como se ha visto desde su salida, no es el único responsable. Me consta que ni el PSOE ni el PP han obrado de igual modo en todos los municipios. La cuestión, por tanto, no es de adscripción política. Quiero creer que mis paisanos sabrán, en este caso, votar o no a un equipo aplicando la máxima "por sus obras los conoceréis".
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