El juez del incendio del Liceo afirma que hubo imprudencia temeraria

El juez que instruye la causa por el incendio que en enero del año pasado destruyó el Liceo de Barcelona considera que en el origen del siniestro confluyen conductas de omisión, negligentes, imprudentes y de deficiencia de medidas de seguridad entre los que desempeñaban cargos de responsabilidad en el teatro en el momento del incendio. Entre los principales implicados figura el director del teatro, Josep Caminal, quien ha manifestado recientemente que dimitirá si se decide abrir juicio oral contra él o cualquiera de los empleados del teatro.

Entre los implicados figuran también el arquitecto Ignasi de Solà-Morales, autor de la reforma y ampliación del Liceo; el ex director técnico del teatro, Josep Maria Folch, y diversos empleados del Liceo y de la empresa de soldaduras Lázaro, SL, que provocaron el incendio mientras realizaban una soldadura en el telón cortafuegos del escenario.Ninguno de los implicados en el caso quiso ayer hacer declaraciones sobre la decisión del juez de no archivar la causa y enviarla al fiscal para que, junto a los acusadores particulares, dictamine la presunta culpabilidad o inocencia de los implicados y resuelva sobre la apertura de juicio oral.

El año pasado, tras el incendio del teatro, el director del Liceo aseguró que dimitiría si él o algún empleado suyo eran considerados culpables por el juez. Hace pocos meses, Caminal fue más allá y declaró públicamente que si había juicio oral contra él o contra cualquiera de los trabajadores del teatro presentaría su dimisión.

El juez José Miguel Fontcuberta, titular del Juzgado de Instrucción número 15 de Barcelona, entiende que en los hechos que motivaron el incendio se evidencia "un conjunto de conductas imprudentes que implican el olvido de elementales normas de previsión que caracterizan el delito de imprudencia temeraria", en su modalidad de infracción de reglamentos, que comporta penas. de arresto mayor, y en concordancia con un delito de daños.