Zizi Possi renueva con su estilo el repertorio de la música brasileña
La cantante de Sáo Paulo actúa por primera vez en España
Se cansó de recurrir a sonidos estereotipados. Tras diez elepés, cierto renombre como cantane de voz afinadísima y una razonable cuenta corriente en el banco, Zizi Possi decidió romper con ataduras comerciales y reconciliarse con la música y su vida. Cuatro años más tarde, la crítica brasileña se muestra unánime: sus actuales recitales rozan la perfección y son de lo mejor que puede verse hoy en Brasil. Esta noche, se presenta en Salamanca, el día 17 en Barcelona, el 18 en Murcia y el 20 en Madrid.
No es frecuente que los comentaristas musicales de Brasil se pongan de acuerdo para ensalzar el trabajo de un artista. Lo acaban de hacer a propósito de los últimos recitales de Zizi Possi, tildados de perfectos. "La perfección es algo que está en la cabeza de las personas. Como decía mi amigo Gilberto Gil, es una meta defendida por el portero que juega en la selección. Me gusta hacer las cosas bien porque odio perder un segundo de mi vida. Creo que si haces algo a medias no vale la pena. Aunque se que mi trabajo no resulta fácil", afirma esta cantante que admira a Marisa Monte, Mercedes Sosa y Ella Fitzgerald.Zizi Possi se ha tenido que ganar la libertad. En 1990 dió un giro de 180 grados a una exitosa carrera de más de una década. Dejó la multinacional con la que había grabado todos sus discos e inició una pequeña gira con el espectáculo acústico Sobretodas as coisas. "Me moría de miedo. Pero fue inevitable. Yo antes pensaba que las compañías de discos tenían un compromiso con el arte. No las veía como una industria, que es lo que, son en realidad; igual que una fábrica de pastillas de jabón. Y no soy una de esas cantantes a las que les dicen cómo tienen que vestir y lo que tienen que cantar para ganar dinero. Me siento muy infeliz cuando no dispongo de espacio para expresarme". Dió conciertos en teatros ante apenas veinte personas pero recibió el apoyo de la prensa. "Me pareció muy bonito que reconocieran el valor de lo que estaba haciendo sin las presiones de una maquinaria promocional".
Zizi Possi nació en Sáo Paulo en una familia de emigrantes italianos. Con 17 años viajó a Bahía para estudiar composición en la facultad de Salvador. "Allí viví con mi hermano, José Possi Neto, uno de los mejores directores de teatro que hay en Brasil. El se ha encargado de la puesta en escena del actual espectáculo, Valsa brasileira, que reúne canciones antiguas con un tratamiento tímbrico original. "Le mandé el disco y se le ocurrió que podía cantar sobre un montículo de arena. Quedó maravilloso porque, a través de la luz, la atmósfera del escenario podía transformarse en un clima desértico, en una superficie lunar o en un ambiente de playa. En Salamanca (Teatro Juan de La Encina), Barcelona (Sala Apolo), Murcia (Auditorio) y Madrid (Círculo de Bellas Artes), no habrá arena pero sí música de primera con Benjamin Taubkin (piano y teclados), Jether Garotti (teclados y clarinete) y Guello (percusiones).
Ahora que se la disputan todas las discográficas, Zizi Possi se muestra contenta de haber roto esquemas. "La crisis ha hecho que la gente sea más selectiva al comprar un disco. De ahí que esté cambiando la estrategia de las discográficas y de las radios comerciales. El consumidor es quién modifica el funcionamiento de la industria".
Babelia
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