Guerra: "Los populares ocultan su programa porque saben que España es progresista"
El PSOE ahondó ayer en su estrategia de denunciar la cara oculta de¡ PP y poner de manifiesto cómo actúa allá donde gobierna. El vicesecretario socialista, Alfonso Guerra, acusó en Murcia a los populares de "ocultar su programa porque conocen el espíritu progresista del pueblo español". A juicio de Guerra, la propuesta de refórma fiscal de José María Aznar le convierte en una especie de "José María El Tempranillo, pero al revés". Con cierta irritación, Guerra dijo que Aznar acusa a todo el que le critica "de estar enfangado", por lo que puso muy en duda la imagen de "tolerancia" que quiere dar el PP.
Guerra dedicó casi todo el tercer día de campana a criticar a la derecha, y en concreto su propuesta económica y fiscal, y a defender la gestión del PSOE. Sólo se permitió una mínima pero contundente alusión a IU: "Los votantes de Izquierda Unida no van a consentir que sus votos vayan a la derecha". "Cualquier socialista, humanista, no puede quedar impasible ante la avalancha conservadora", añadió.En el Palacio de los Deportes de Murcia, ante unas 4.000 personas, Guerra tomó la palabra cuando se la cedió la presidenta de Murcia, María Antonia Martínez, y, mostrándose muy animoso, no la soltó in una hora. Las informaciones sobre la propuesta de reforma fiscal del PP le dieron mucho juego.
Para Guerra es muy lógico que los populares "oculten su programa". "El PP conoce muy bien el espíritu progresista del pueblo español. Por eso tiene que ofrecer un rostro que no se corresponde con la realidad". Al comentar que tras la propuesta del PP de bajar la tarifa general del IRPF está ta desaparición de las desgravaciones, Guerra afirinó que ello sólo beneficia a quienes tienen rentas más altas.
Tempranillo al revés
"Aznar se ha convertido en una especie de José María El Tempranillo, pero al revés", dijo, refiriéndose al famoso bandolero del siglo pasado, del que se cuenta que controlaba los caminos de Sierra Morena, en donde robaba a los ricos para ayudar a los pobres.
De ésta forma añadía Guerra una variante autóctona a las recientes manifestaciones del ministro de la Presidencia, Alfredo Pérez Rubalcaba, y el presidente de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra. Ambos tildaron el sábado a Aznar de "anti Robin Hood", en referencia a otro personaje legendario -al que se atribuía el mismo sistema redistributivo que al Tempranillo.
Después de las bromas, Guerra replicó, con gesto serio y tono grave, a las declaraciones de Aznar en Santander, también el pasado sábado, en las que acusó a quienes critican su propuesta fiscal de estar "enfangados en el fraude". "Este hombre (Aznar), cuando tiene un crítico, cuando alguien le critica, le acusa de estar en el fango".
Esto dio pie a Guerra para poner en duda la tolerancia del PP y de su presidente, á pesar de que ésta es la virtud que más predican los populares durante la campaña. Guerra también, aludió, sin citar el nombre, a Luis Ramallo, que recientemente ex presó su deseo de que los sindicatos "estén dos siglos callados".
El número dos socialista buscó otro ejemplo para cuestionar la tolerancia del PP: un episodio ocurrido el sábado en Madrid, cuando los candidatos socialistas a la alcaldía de Madrid, Juan Barranco, y de la Comunidad de Madrid, Joaquín Leguina., vieron cómo unos coches se pruzaban en su camino y les interceptaban el paso. "Uno de esos jovencitos del PP sacó una barra de hierro y les arnenazó", contó Guerra. "Están en la cruzada de la intolerancia, están crispando a la sociedad, porque, si hay crispación, la izquierda se retrae, en tanto que la derecha va masivamente a votar", añadió.
"Por la gracia de Dios"
En el capítulo de bromas, Guerra incluyó también la afirmación de José María Aznar de que "el de arriba" le había protegido en el atentado que sufrió a manos de ETA. Guerra aprovechó para afirmar que el Partido Popular pretende instaurar una suerte de teocracia: "Otra vez por la gracia de Dios, como con Franco; mejor que no hable tanto con el. de arriba y hable con el pueblo", afirmó.
Antes, la presidenta murciana María Antonia Martínez; el alcalde saliente de la capital, José Méndez; el nuevo candidato, Pedro Guerrero, y el alcalde de Cartagena, José Antonio Alonso, habían defendido la gestión socialista en toda la Comunidad de Murcia- mostrando cierta irritación por la tozudez de las encuestas, que les, dan como seguros perdedores en el, Ayuntamiento y en la Comunidad, a pesar de que ellos están muy satisfechos de la labor realizada.
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