Menem confía en ser reelegido hoy presidente

Carlos Menem, que ambiciona una segunda presidencia, se impondrá en las elecciones generales de hoy en Argentina, pero persiste la incertidumbre sobre el margen de su victoria, que, de no alcanzar el 45% de los votos, o 10 puntos de diferencia sobre el segundo, obligará a una segunda vuelta. En un padrón con 22 millones de personas con derecho a voto, y la obligación de emitirlo, los indecisos, mayoritariamente sin militancia, rondan el 115% y decidirán el resultado.

La estabilidad política y económica conseguidas por la Administración justicialista, cuyo neoliberalismo y negativas consecuencias denunció hábilmente el senador José Octavio Bordón, candidato de la coalición de centro izquierda Frepaso (Frente del País Solidario) para subir en las encuestas, aseguran al partido de gobierno, peronista, las simpatías, o el miedo al cambio, del grueso de la población argentina.Contrariamente a Menem y Bordón, el aspirante de la Unión Cívica Radical (UCR), Horacio Massaccesi, tercero en las encuestas, propuso un límite al fundamento del actual programa económico, la paridad entre el peso y el dólar, y ofrece reducir la jornada laboral.

En esencia, aunque con enfoques o regulaciones distintas, los tres favoritos en una terna de catorce candidaduras, defienden la apertura en curso y las privatizaciones.

Menem se mostró ayer seguro de la victoria atribuyendo a su gobierno capacidades en exclusiva. "Es el único capaz de mantener la estabilidad económica... Espero triunfar porque no hay otra posibilidad para el pueblo. El pueblo argentino sabe muy bien que los únicos capaces de mantener la estabilidad, el crecimiento y el prestigio del país somos nosostros".

Sin embargo, algunos parecen ignorarlo. "Voy a votar a Menem para que ésto se hunda de una vez por todas", amenazaba un comerciante medio arruinado por la crisis financiera.

Críticas opositoras

Portavoces de la oposición reaccionaron acusando al candidato del Partido Justicialista de violar las normas electorales, que prohíben el proselitismo desde el sábado hasta el cierre de los colegios.

Los comicios renovarán el 81% de los cargos nacionales: desde gobiernos provinciales hasta alcaldías y parlamentos locales. De acuerdo a la Constitución de 1994, enmendada de acuerdo al Pacto de Olivos entre peronistas y radicales, el Ejecutivo incorpora la figura del jefe de gabinete y queda legalizada la segunda vuelta.

Entre otras funciones electivas, se vota por el presidente y vicepresidente de la nación, la mitad de la Cámara de Diputados (130 escaños) y el 55,5 del Senado (40).Aspecto principal de la consulta, que refuerza la democracia argentina después de la histórica y nefasta sucesión de golpes de Estado, es la posible defunción de un bipartidismo centenario. Desde principios de siglo, mediando asonadas que malograron tres comicios presidenciales consecutivos, la Unión Cívica Radical (UCR), socialdemócrata y de clase media, se alternó en el mando con el Partido Justicialista, devenido en una suerte de movimiento conservador popular.La reciente irrupción del Frente Amplio, integrado por la izquierda no marxista y disidentes de partidos tradicionales, precedió hace varios meses al nacimiento del Frepaso, sin un perfil claramente definido al convivir en su seno conservadores progresistas y radicales muy a Su izquierda. "Estabilidad económica y decencia política" promete José Octavio Bordón, identificado por un comentarista como "fanático de centro".El cuarto candidato mejor situado en las encuestas es el ex jefe carapintada golpista Aldo Rico, quien propugna el abandono del tipo de cambio fijo, promete un modelo que rápidamente solucionará todos los problemas nacionales y se manifiesta absolutamente en contra del aborto.Rico disfruta de simpatías entre la suboficialidad, pero Carlos Menem sumara el mayor número de los apoyos entre la familia militar, que agrupa a. unas 500.000 personas. 'Tos radicales son antimilitaristas y anticlericales, por eso no los podernos votar", explicó un oficial.El presidente y su partido también se oponen a la legalización del aborto, igual que Bordón, quien precisa hacerlo a título personal. Sin embargo, el candidato radical propone su despenalización en casos concretos.

Temor al cambio

El justicialismo se nutre con los propios logros y el temor al cambio. El recuerdo de una inflación próxima al 5000% en el último tramo del gobierno de Raúl Alfonsín (1983-89), y la amenaza militar del período, retienen, en provecho oficial, el sufragio de muchos argentinos que admiten su oposición al actual estilo presidencial y sus políticas o incluso fueron seriamente perjudicados por las costosas reformas estructurales acometidas en la economía. La pregunta frecuente "¿Quién me asegura que los nuevos lo van a hacer mejor?", resume el primer reparo de muchos indecisos dispuestos a refrendar en el cuarto oscuro del colegio electoral su titubeante apoyo a Menem.