Protección Civil pone en marcha su red de 902 estaciones para vigilar la radiactividad
El nuevo sistema de alerta, similar al alemán, ha costado 1.500 millones de pesetas
Una densa nube de estaciones automáticas, 902 concretamente, está desplegándose por España para detectar la más mínima alteración de los niveles de radiactividad. Es la Red de Alerta Radiactiva (RAR) que la Dirección General de Protección Civil echa a andar a lo largo de este mes y pondrá a pleno rendimiento de aquí a finales de año. La red comenzó a tejerse en 1992 y ha costado 1.500 millones de pesetas. La gran preocupación ahora de Protección Civil son los gastos de mantenimiento, que ascienden a unos 200 millones anuales. Para cubrirlos quiere implicar al Consejo de Seguridad Nuclear.
"Yo creo que fue el efecto de la catástrofe de Chernóbil. Gracias a él conseguimos que esta red, de las más densas y avanzadas de Europa, similar a la de Alemania, se instalara en España", explica Rafael Pérez Cuadrado, subdirector general de Planificación de Protección Civil.La RAR sustituye al rudimentario sistema que funcionaba hasta ahora, formado por poco más de un centenar de estaciones manuales que estaban colocadas en los cuarteles de la Guardia Civil, desde donde se enviaban las mediciones -salvo casos de emergencia- en plazos de un mes.
"La idea al establecer tantos puntos", explica Pérez Cuadrado, "es que no sólo se detecte la alarma radiactiva, sino poder hacer también un seguimiento muy preciso de la evolución del fenómemo ante una eventual emergencia".
70.000 trabajadores
El sistema se había quedado totalmente desfasado, dado que ya son más de 4.000 las pequeñas instalaciones radiactivas que hay en España y 69.424 las personas que trabajan con isótopos radiactivos y que están sometidas a controles dosimétricos.
El gran parecido de la RAR con el anterior sistema es que las estaciones también han sido instaladas en los tejados de los cuarteles de la Guardia Civil y ayuntamientos. Pero son mucho más avanzadas.
Los sensores, de tecnología alemana, están conectados automáticamente con un sistema informático de diseño español que forma una red de centros regionales que van a desembocar en un receptor nacional de datos, situado en Madrid, en la sede de la Dirección General de Protección Civil. Las medidas de radiactividad gamma aparecen en pantalla al instante.
La RAR viene a unirse a la red de vigilancia radiológica ambiental, REVIRA, del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), que cuenta con 25 estaciones automáticas, más el seguimiento en ríos y costas, y a los laboratorios de 14 universidades que mantienen operativos sistemas de medida en suelos, aire y agua de lluvia. Las estaciones del CSN son mucho menos numerosas que las de- Protección Civil, pero disponen de mayor instrumentación y facilitan mediciones más completas.
Todavía falta por instalar una treintena de estaciones, pues hay que afinar su ubicación. "Algunos alcaldes no acaban de ver claro qué son estos aparatos. Desconfían. Se creen que llevan radiactividad", cuenta Pérez Cuadrado.
Costa y fronteras
Las estaciones están separadas unos 50 kilómetros como mínimo, salvo en los alrededores de las nueve centrales nucleares en funcionamiento, las grandes ciudades, las costas y la frontera con Francia (en el país vecino hay 57 reactores nucleares generando electricidad), donde la malla es más tupida.Guadalajara, Valencia, Cáceres, Tarragona, Barcelona, Burgos, Madrid y Badajoz son, por este orden, las provincias que cuentan con más puntos de vigilancia.
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