Clinton asegura que el G-7 se sumará a las sanciones contra lrán

El Gobierno norteamericano aseguró ayer que otros países del Grupo de los Siete (G-7) están considerando sanciones económicas contra Irán similares al embargo que Estados Unidos ha decidido imponer a ese país por su presunta conexión con las actividades de grupos terroristas de Oriente Próximo. Los mercados Internacionales respondieron inmediatamente con una subida del precio del crudo.

"Ha habido ya algunas discusiones dentro del G-7 sobre este asunto y existe cierto reconocimiento de que el respaldo de Irán al terrorismo es un problema muy serio que merece ser tratado", declaró ayer el portavoz de la Casa Blanca, Michael McCurry.McCurry mencionó que algunos países europeos, sin citar cuales, están ya reconsiderando sus créditos al Gobierno iraní, y que Japón ha suspendido la asistencia financiera a un proyecto petrolero en Irán. El G-7, que celebrará su próxima cumbre en Halifax (Canadá) el mes de junio, está integrado por los siete países más desarrollados del mundo: Estados Unidos, Japón, Alemania, Francia, el Reino Unido, Italia y Canadá. Sin embargo, el Gobierno de Londres anunció ayer que no se se sumará al embargo.

El presidente Bill Clinton anunció en la noche del domingo que esta misma semana firmará un decreto que prohibirá todo tipo de relación comercial con el régimen irani, incluidas las compras de petróleo, que suponen el 20% de las exportaciones de crudo iraní.

Michael McCurry dijo ayer que ese decreto "fórtalecerá la posición de Estados Unidos para convencer a otras naciones industrializadas de que Irán no es un país con el que se pueden mantener relaciones normales, incluidas las relaciones económicas".

El embargo norteamericano perjudicará tanto a la economía iraní como a la de Estados Unidos. Irán tendrá que buscar ahora otros compradores para los 4.000 millones de dólares (cerca de medio billón de pesetas) de petróleo que en 1994 adquirieron en ese país las compañías estadounidenses. De acuerdo a la anterior política, las empresas norte americanas no estaban autorizadas a importar ese crudo a EE U, pero sí podían venderlo en otros mercados.

Al mismo tiempo, los exportadores nortearnericanos perderán los 326 millones de dólares en bienes principalmente relacionados con la industria petrolera- vendidos el año pasado en Irán. Fuentes oficiales reconocieron que esto puede provocar la pérdida de "algunos miles" de puestos de trabajo.

El presidente Clinton dijo el domingo que el embargo era la única forma en que Estados Unidos puede ayudar a evitar que "Irán adquiera armas devastadoras y apoye el terrorismo". Clinton se refería indirectamente a un contrato entre el régimen islámico de Teherán y el Gobierno ruso para el desarrollo de un proyecto nuclear.

Presiones a Moscú

La Administración norteamericana ha sido incapaz hasta el momento de convencer a Moscú de que suspenda ese proyecto, de gran repercusión en la economía rusa, pero Clinton lo volverá a intentar la próxima semana en Moscú en el marco de su cumbre semestral con el presidente Borís Yeltsin. Rusia ha participado como observador en las últimas cumbres del G-7. Washington podría tratar de condicionar ahora esa participación a la suspensión de su colaboración nuclear con Irán.

En el Congreso norteamerica no, donde el sentimiento anti iraní es más fuerte aún que en la Casa Blanca, el senador republicano Alfonse D'Amato defiende una ley que no sólo incluye el embargo a Irán, sino la prohibición de comerciar con aquellas compañias (le otros países que mantengan lazos económicos con el régimen islámico.