Sobre el Rastro

Últimamente se está dando mucha publicidad al nuevo plan de seguridad para el Rastro y a los buenos resultados obtenidos en un reciente fin de semana. A los vecinos esto nos hace recordar que las elecciones están a la vuelta de la esquina y hay que maquillar el entorno.Este plan se olvida un poco de la seguridad de las personas que habitamos la zona. Hace algún tiempo organizaron un simulacro de evacuación en el Rastro y nuestros gobernantes se quedaron muy satisfechos del resultado obtenido. Mientras, los vecinos no sabíamos si reír por la farsa o llorar de impotencia; el simulacro se realizó a las 10.30, cuando sólo ha llegado al Rastro un 25% de visitantes, pero tenían miedo de que si lo realizaban de 12.00 a 13.00, que es cuando la afluencia de visitantes es mayor, el simulacro fuera un fracaso.

Alguien tendría que pensar en hacer algo serio con el Rastro. Este mercadillo ubicado en unas calles donde habitan muchas personas y comerciantes honrados, se convierte los domingos en una jungla donde todo vale y todo se vende sin importar la procedencia, con lo cual queda totalmente desvirtuado como mercadillo artesano o de ocasión. Si a nuestros gobernantes no les importasen tanto los votos, estarían pensando en buscar otra ubicación o por el contrario limitar la venta a la Ribera de Curtidores, con un estricto control de acceso de vendedores y vehículos.

Y, para terminar, parece que para recibir servicios los vecinos del Rastro son de tercera, mientras que al Benabéu mandan un policía por cada 250 espectadores, a nuestro barrio sólo envían uno por cada 3.500 visitantes de 8.00 a 15.30, y por seis meses. Lo dicho, puro maquillaje.-