Aznar dice que la réplica a los ataques de los violentos "serán los votos"

La violencia contra el PP se ha convertido en un gran argumento de campaña. José María Aznar se presentó ayer ante 10.000 mujeres en el velódromo de Valencia, apenas unas horas después del asalto a la sede de su partido en Getxo (Vizcaya), para entonar un canto al esfuerzo: "Por cada provocación, mil razones más para seguir trabajando". El presidente del PP aseguró: "Los violentos no van a tener la última palabra. Nuestra respuesta son los votos".

Aznar no pudo evitar referirse al atentado que sufrió el pasado día 19: "No querían dejarme venir a Valencia, pero yo le dije al de arriba: 'No me hagas esta faena, que he quedado con 10.000 mujeres en Valencia". Entre bromas y veras, las miles de asistentes aplaudieron con emoción.El homenaje del PP a las mujeres o de las mujeres a Aznar, según la confusión que sembraba cada orador, tuvo un claro tinte electoral. Eduardo Zaplana, aspirante a la presidencia de la Generalitat valenciana; la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, y la aspirante a la alcaldía de Málaga, Celia Villalobos, acompañaron al presidente del partido.

Aznar prometió que ninguno de sus alcaldes subirá los impuestos después del 28 de mayo y recordó que cinco de las siete ciudades más importantes de España pueden tener una alcaldesa popular: Valencia, Sevilla, Málaga, Zaragoza y Bilbao.

Aznar retiteró que su partido no está a favor de las cuotas femeninas, pero presumió de "hablar con los hechos", y luego lanzó un piropo a todas las presentes: "Quien sabe gobernar una casa, sabe gobernar un país". El líder del PP cambiaba la clave de su discurso, de municipal a nacional, sin ninguna transición: "No quiero una España golpeada internacionalmente: Canadá, Marruecos, ahora hasta Guinea", para volver a la clave autonómica.

"Me gustaría haber hecho la mitad del discurso en valenciano", aseguró, para hacer una alabanza a las diferencias, pero bien entendidas: "No me pregunto cada mañana ¿cómo puedo diferenciarme?, sino ¿cómo puedo aportar más al caudal común?"

El acto había sido organizado como presentación de las 80 candidatas a alcaldesa que los populares presentan en la Comunidad Valenciana. Las 80 subieron al escenario, escena que se cerró con la presencia de la madre del presidente provincial del PP de Guipuzcoa, Gregorio Ordóñez, asesinado por ETA. Consuelo Fenollar, aspirante a la alcaldía del pequeño pueblo de Terrateig, volvió a llenar el velódromo de emoción.

Zaplana precedió al presidente nacional con un discurso muy crítico sobre la situación en la Comunidad Valenciana, en el que dejó bien clara la importancia que tiene la presencia de Aznar en Valencia para el previsible éxito del PP: "El 28 de mayo los valencianos elegirán alcaldes y presidente, pero te votarán a ti, José María".

Celia Villalobos, recibida con gritos de "¡torera, torera!", también presentó las próximas elecciones municipales y autonómicas como unas primarias: "El cambio se llama José María Aznar y se inicia en las elecciones autonómicas", dijo Villalobos, quien aseguró que, con el cambio, la sociedad recuperará protagonismo "y dejará de estar de rodillas ante la Unión Europea".

Rita Barberá, alcaldesa de Valencia, hizo gala de su popularidad en la primera intervención y se apuntó el mérito de la ejecución del recinto deportivo en que se celebró el acto. Barberá aseguró que las mujeres del PP no quieren cuotas "porque no quieren ser floreros".

El interés de los populares por el voto femenino se puso también de relieve el viernes por la noche en Palma de Mallorca. La esposa de Aznar, Ana Botella, participó por sorpresa en una cena de 2.000 mujeres simpatizantes del PP en el Casino de la ciudad. Dos días antes, el PP balear había anunciado que Botella no podría tomar parte en el acto por razones de seguridad, informa Andreu Manresa.