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Günter Grass reconstruye siglo y medio de vida e historia alemana, en su última novela

El escritor indaga especialmente en la unificación y las relaciones entre nazis y judíos

La nueva novela de Günter Grass, Un amplio campo, que publicará el próximo agosto, puede convertirse en hito literario en Alemania. Se trata de una obra monumental, todavía más extensa que El tambor de hojalata. Consta de cinco libros y 47 capítulos y transcurre desde 1989, año del cambio en Alemania, con la caída del muro, hasta el otoño de 1991. Este es el tiemporeal, pero los giros del relato abarcan 150 años de historia alemana, con sus tres guerras, la franco-prusiana y las dos mundiales, y una especial atención al periodo nazi y la relación entre alemanes y judíos.

La obra del popular y polémico Grass, de 67 años, contiene observaciones críticas sobre el mundo cultural alemán en el este y el oeste y también comentarios mordientes sobre el semanario político alemán Der Spiegel. Una crónica de la agencia alemana DPA reseña: "El libro mezcla lo valedero con lo efímero y presupone la visión de la posteridad sobre la unidad alemana".El novelista alemán leyó el miércoles dos capítulos de esta novela -Ein weites Feld (Un amplio campo)-, que fueron acogidos con fuertes ovaciones de las 750 personas que abarrotaban el salón de actos de la comunidad judía de Francfort. Lo más picante del acontecimiento literario ha sido el beneplácito de Marcel Reich Ranicki, de 74 años, el crítico literario más feroz de Alemania, que parece haberse dulcificado un poco con el avance de la edad y premió con su aplauso y elogios la lectura de Grass, a quien había destrozado su anterior novela, Malos presagios.

Grass sitúa la acción del nuevo libro en Berlín. Los dos personajes centrales son Theo Wuttke, alias Fonti, en referencia al escritor alemán del siglo pasado Theodor Fontane, autor de obras como Effi Briest, y un acompañante'permanente que responde al nombre de Tallhover o Hoftaler. Son dos figuras cambiantes, que se transforman con el tiempo y así el viejo Fontane se convierte en el cabo primero y corresponsal de guerra Wuttke en el Berlín nazi y luego en botones de ministerio en los tiempos de la República Democrática Alemana.

Tallhover / Hoftaler es su alter ego, encarnación del denunciante, el soplón. Grass lo ha tomado prestado de Hans Joachim Schedlich, a quien escribió para explicarle que "Tallhover no puede morir" y lo convierte en uno de los dos personajes, centrales. Fonti celebra su 70 cumpleaños en compañía de Hoftaler en McDonald's y en un restaurante de los ferrocarriles alemanes, sin duda una broma de Grass, quien se distingue por su aprecio a la buena mesa, como refleja en El rodaballo. La crónica del diario Die Welt alude a los cambios contínuos que sufren los personajes: "Las figuras se transforman y tomasolan".Crítica

La nota más picante de la lectura de Grass en, Francfort la puso la presencia de Reich-Ranicki, pontífice de la crítica literaria alemana, quien parece haber otorgado a Grass su bendición apostólica y el perdón por pasa dos pecados. Reich-Ranicki destrozó la última obra de Grass, Malos presagios. Dijo que "Grass no tiene tema" y que se le había acabado la inspiración. En esos días de disputa, Reich-Ranicki dijo de Grass: "Oye mejor que otros tañer las campanas, pero sin saber de qué iglesia. La cifra de sus fracasos es grande y su trono se tambalea de forma lamentable. A su poderosa palabra le falta vocabulario para el amor. ¿Está Grass acabado?".

La respuesta de, Günter Grass, que maneja una lengua viperina, no se quedó atrás y acuso a Reich-Ranicki de haberse convertido en una potencia en los medios de comunicación "y de hacer uso imprudente de ello. No conseguirá acabar. conmigo. A gente a la que alabó, luego los decapita. Repulsivo y bárbaro". Ahora el temible crítico cambia de opinión ante la nueva novela y calificó en Francfort a Grass de "escritor de un talento fuera de lo común".

La reunión se convirtió en un mutuo intercambio de flores. El crítico abrió el tarro de. las esencias para referirse a las impresiones sensoriales que transmite Grass y su capacidad para mostrar cómo es el mundo en ese impresionante ritmo del lenguaje. Tras afirmar que Grass fracasó alguna vez, Reich-Ranicki añade que "sólo los malos escritores no fracasan nunca". Y Grass aseguró: "Diga lo que diga Reich-Ranicki sobre los escritores y las mujeres, pueden tener la certeza de que ama a ambos".

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