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Whit Stillman dice que "Barcelona" es una burla de su propia experiencia

, Tan sólo una película, Metropolitan, cuyo guión fue incluso no minado a los oscars ha bastado para convertir a Whit Stillman en una celebridad del cine independiente estadounidense. Su se gundo filme Barcelona que hoy se estrena, tiene muchos puntos en común con su debú: la experiencia personal como trasfondo del guión (él mismo se vino a Barcelona persiguiendo a la chica que hoy es su esposa), un proceso meticuloso de preparación de la película, el aire de una comedia sentimental irónica que rehuye la típica relación chico chica para poner el acento en el entorno. "Me da vergüenza hablar de autobiografía con relación a mis películas, pero no hay duda de que siempre termino ha blando de lo que conozco", con fiesa el director, para quien su filme es la historia de dos adolescentes que parecen salidos de una novela de Salinger, perdidos por la Europa de los primeros ochenta". Stillman añade: "Barcelona es una burla de mi experiencia barcelonesa".Protagonizada en sus dos papeles centrales por dos de los actores de su filme anterior, Taylor Nichols y el excelente Chris Eigeman, Barcelona cuenta las andanzas de dos primos carnales, de nacionalidad estadounidense y de estado emocional considera blemente inmaduro, por una ciudad sacudida por una oleada de protestas antiamericanas. Era en 1987, los tiempos del referéndum sobre la permanencia en la OTAN, las manifestaciones con tra los marines y la bomba en el consulado estadounidense. "Una Barcelona que conocí y que hoy parece lejana", reconoce Stillman "pero en la cual ocurrían hechos no muy distintos de los que explico en la película. Aunque también debo decir que mi intención es situar la acción en un pasado más indeterminado, hace 10 o 15 años", matiza.

Aventuras amorosas

Los dos americanos, uno vendedor (Nichols) y el otro teniente de marina en misión preparatoria a la llegada de la Sexta Flota al puerto barcelonés (Eigeman), vivirán varias aventuras amorosas con mujeres nativas, historias marcadas por lo mucho que ch ' o ca a ambos la liberalidad sexual ,de las chicas, los apriorismos y la mojigatería de Nichols y la hiper-susceptibilidad nacionalista del marine, al tiempo que se toparán con actitudes que ambos juzgan claramente ofensivas del periodista Ramón (Pep Munné).

El filme, que se estrenó en julio en EE UU y que tuvo una notable aceptación crítica en los países anglosajones, ha sido. posible gracias a la aportación financiera de Castle Rock, la productora del director Rob Reiner.

Después de rechazar la dirección de El inocente -que dirigió finalmente John Schlesinger- y del remake de Mujercitas, Stillman ya trabaja en su próximo proyecto: "Será una película sobre los ambientes de discoteca en la Nueva York de finales de los 70, se llamará The last days of disco y cuento ya con la participación de Bridget Fonda o de Winona Ryder".

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