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El Gobierno aleman niega cualquier conexión con el llamado 'plutoniogate'

El Gobierno alemán rechaza cualquier conexión con el ya conocido como plutoniogate. Tanto el ministro de Estado en la Cancillería Federal, encargado de la coordinación de los servicios secretos, el democristiano Bernd Schmidbauer, como el presidente del Servicio Federal de Información (BND), el socialdemócrata Konrad Porzner, negaron ayer una y otra vez en Bonn que orgarnismos o funcionanios, a sus órdenes hubieran actuado como agentes provocadores o contribuido a introducir plutonio en Alemania.

, Según Schmidbauer, que no quiso mencionar el país de procedencia del plutonio, las tareas de información del BND sirvieron para impedir la circulación del plutonio que "vagabundeaba por el mundo". Pero la oposición socialdemócrata (SPD), por boca de su portavoz el diputado Peter Struck, asegura que el Gobierno no dice la verdad y exige la formación de una comisión investigadora del plutoniogate en el Parlamento Federal (Bundestag) y una reorganización del control de los servicios secretos.En Múnich, el fiscal de la audiencia territorial, Dieter Emrich, se descolgó con una insólita confesión. Reconoció a la emisora estatal de televisión alemana (DW) haber estado al tanto de que el pasado 10 de agosto llegaría el plutonio en un avión de Lufthansa. El fiscal admite que "naturalmente siempre hay un riesgo", porque, si el avión cae, se habría contaminado con radiactividad toda el área de Múnich. No obstante, el bueno del fiscal cree que es mejor el avión que el coche, "porque puede chocar contra un árbol o contra otro coche". Un periodista que habló con un portavoz de Lufthansa comentó que se había puesto "corno una pantera, al conocer las declaraciones del fiscal".

Tras la reunión en la noche del jueves de la comisión del Bundestag encargada del control de los servicios secretos, comparecieron ayer ante la prensa Schmidbauer y Porzner. Llevó la voz cantante el ministro, mientras el jefe del espionaje mantuvo todo el tiempo su habitual inexpresiva cara de póquer.

Todo parece indicar que Schinidbatier, a quien en Bonn le han sacado el mote de agente 008, intenta salvarse como se del plutoniogate. Su afirmación de que los organismos y funcionarios bajo sus órdenes no se implicaron en el caso deja abierta la puerta a la interpretación de que podrían ser los funcionarios de la policía criminal de Baviera (LKA), que no está bajo la jurisdicción del Gobierno federal, sino de las autoridades bávaras, de las que el fiscal Emrich podría ser un buen exponente.

[Por otra parte, nueve personas fueron detenidas el miércoles pagado en Eslovaquia cuando intentaban pasar ilegalmente a Hungría unos 50 kilogramos de "un material altamente radiactivo", probablemente uranio, procedente de Ucrania, según informó ayer un portavoz del Ministerio del Interior eslovaco. Cuatro eslovacos, tres húngaros y dos ucranios fueron detenidos cuando la policía descubrió el material radiactivo oculto en un contenedor que transportaba un vehículo que fue retenido en la localidad de Poprad, en el Este de Eslovaquia.]

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