La consulta más privada

El historiador y académico Carlos Seco Serrano utilizó el archivo de Simancas para su tesis doctotal, sobre el siglo XVII, pero su dedicación posterior se ha centrado en la historia contemporánea. Para el siglo XX, dice que hay que acudir a archivos y hemerotecas, pero sobre todo al archivo privado de los personajes políticos. La Academia de la Historia, que dirige Emilio García Gómez, quiere tener los testimonios de la historia reciente.Desde hace varios años, Seco Serrano ordena el archivo del político Eduardo Dato, donado a la Academia de la Historia, como ocurre también con el del conde de Romanones, el del embajador Alba o el del ministro Castiella, que sólo se podrá consultar dentro de dos años. Sobre el caso Salamanca, dice la Academia que no ha entrado en la polémica -"hay que evitar que se distorsionen los argumentos"- por considerar que tiene mucha carga política. Considera que el fondo concreto de la Generalitat republicana se debe devolver, sin que signifique el desmoronamiento, del conjunto, ya que es contrario a la dispersión de los documentos.

El medievalista Joaquín Yarza no ha necesitado las fichas durante su trabajo sobre el románico, pero ahora acude cuando se ha centrado en el siglo XV y los libros iluminados. "Hay una enorme desigualdad entre los archivos, aunque en los últimos 15 años han mejorado. Conozco más los archivos de la Iglesia, donde se ha pasado de las reticencias a las mayores facilidades, pero mantienen unos horarios muy restrictivos".