El músico argentino-israelí anuncia la creación de un nuevo festival

El auge del CD-ROM es, a juicio de Daniel Barenboim, la solución más clara para crear nuevo público musical para el futuro. "Muchas orquestas pueden desaparecer si no se crea la necesidad de escuchar música", asegura a este diario el músico argentino-israelí. "Los programas musicales en CD-ROM tienen mucha aceptación, ayudan a comprender la creación musical al presentarla como un juego y contribuirán de forma decisiva en el futuro a crear un nuevo público para los conciertos", añade.

, Barenboim, que el miércoles inició en el teatro Châtelet de París la que es la primera gira en el extranjero de la Staatsoper de Berlín desde que él es director musical, anunció en la capital francesa la creación, a partir de 1996, de un festival musical de Pascua en Berlín, que contribuirá a proyectar internacionalmente la imagen de la Staatsoper, el teatro de ópera de Berlín que estaba en la zona comunista.El festival, que se iniciará el domingo de Ramos y finalizará el lunes de Pascua de cada año, pretende atraer a Berlín al turismo musical. "Cada vez hay más turismo musical, y este festival de Pascua, además de atraer a este tipo de público, contribuirá a proyectar una imagen de prestigio a nivel internacional de la Staatsoper de Berlín", aseguré Barenboim en una entrevista con este diario. El músico, que en 1992 se hizo cargo de la dirección musical del teatro de ópera de la avenida de los Tilos, afirma que el festival no pretende competir con el que Claudio Abbado dirige en Salzburgo durante los días de Pascua.

Tetralogía

En la primera edición del Festtage 1996 (Días Festivos), nombre con que Barenboim ha bautizado el nuevo festival, la compañía de la Staatsoper representará completa la tetralogía wagneriana con una nueva producción de Harry Kupfer y dirección musical de Barenboim. Se han incluido también tres conciertos a cargo de la Orquesta Sinfónica de Chicago, de la que el músico es director titular, en los que se interpretarán obras de compositores en quienes Wagner influyó.

Berlín es una ciudad que tiene 11 orquestas sinfónicas y 3 teatros de ópera. Barenboim reconoce que la situación es difícil para todos, pero se resiste a pensar que el Gobierno federal deje de subvencionar a las instituciones musicales de la capital alemana.

Barenboim reconoce que existe malestar en el mundo musical berlinés. "Hay celos entre las orquestas que antes estaban a uno y otro lado del muro", asegura. "Berlín Occidental siempre fue una ciudad con una situación privilegiada. Era una ciudad enteramente subvencionada. Era una pequeña isla en un mar comunista que había que mantener. Los políticos con visión comprenden perfectamente que Berlín no es sólo una ciudad o la capital del Estado federal. Saben que si el experimento de unir una ciudad tantos años dividida como Berlín no funciona, el experimento de la unificación habrá fracasado".