Cuba considera una "burda maniobra" la expulsión por EE UU de dos diplomáticos

El Gobierno cubano rechazó el jueves enérgicamente la decisión de Estados Unidos de expulsar a dos diplomáticos de la Embajada de Cuba ante las Naciones Unidas por su participación en los disturbios del Pasado 30 de agosto ante la representación de la isla en Nueva York, y calificó el hecho de "burda maniobra anticubana" que responde a "presiones de grupúsculos fascistas y elementos ultraconservadores dentro de la sociedad norteaméricana".La Habana considera que la decisión es "ridícula" y muy "sospechosa", pues se produce cuando faltan sólo cuatro días para que representantes de Estados Unidos y Cuba inicien una nueva ronda de conversaciones para revisar el cumplimiento de los acuerdos migratorios del 9 de septiembre de 1994.

Los incidentes se produjeron el 30 de agosto del año pasado, en plena crisis de los balseros, cuando un grupo de manifestantes anticastristas se encadenó delante de la puerta de la misión permanente de Cuba ante la ONU, provocando la intervención de los servicios de seguridad de la representación diplomática y de la policía neoyorquina. Durante los disturbios resultaron heridos 10 policías y cuatro funcionarios cubanos, y por esta causa fueron detenidos varios manifestantes.

El Ministerio de Relaciones Exteriores cubano, en un comunicado difundido el jueves, asegura que los disturbios no fueron provocados por sus funcionarios, "sino por grupos terroristas que actúan impunemente y por la ineficaz actuación de la policía de Nueva York, que, consciente o inconscientemente, dejó que estos elementos bloquearan la entrada de la misión".

"Nuestros funcionarios simplemente respondieron a la total inacción por parte de quienes tienen el deber de velar por la seguridad de las sedes diplomáticas", dice la nota.

Por otro lado, el portavoz de la cancillería cubana desmintió que Cuba hubiese amenazado a Estados Unidos con un nuevo éxodo de balseros si prospera el proyecto del senador Jesse Helms de endurecer el embargo contra la isla y castigar a las compañías extranjeras que comercien con Cuba.

"Cuba, por principios y ética, jamás utiliza la amenaza para la consecución de sus objetivos en política exterior", dijo el portavoz, Miguel Alfonso, quien añadió que dichas informaciones podrían querer "entorpecer" el diálogo sobre temas migratorios, que se reanudará en Nueva York el día 17.