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La muerte del 'jefe de la oposición' a Deng aumenta inestabilidad en China

La desaparición del prestigioso economista Chen Yun, de 90 años, considerado como el jefe de la oposición del régimen chino, inmediatamente después del también anciano y enfermo Deng Xiaoping, deja descabezados a los neoconservadores y añade una nueva incógnita a la ya difícil situación política de China.

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La reforma les hizo rivales

Sacudida por los escándalos de una corrupción rampante que la semana pasada llevó al vicealcalde de Pekín al suicidio antes de acudir a la cita con los investigadores de la comisión gubernamental, China se enfrenta ahora a la pérdida de un hombre que desde que se implantó la reforma insistió en la necesidad de frenar el ritmo de ésta para evitar males que como la inflación, la corrupción y el aumento de las desigualdades podían poner en tela de juicio el papel del Partido Comunista Chino (PCCh) y la estabilidad del país.Chen Yun que, a pesar de su rivalidad con Deng, no dudó en diseñar en 1988 un plan para luchar contra la inflación que amenazaba la estabilidad del país, falleció a media tarde del lunes, según anunció ayer la televisión nacional. Uno de los fundadores del PCCh, Chen se enfrentó entre bastidores al llamado "arquitecto de la reforma", aunque siempre se mantuvo fiel a su liderazgo. "La muerte de Chen es una gran pérdida para el partido y para la nación", dijo el locutor.

La larga necrológica de casi media hora estuvo salpicada de numerosos adjetivos que valoraban las siete décadas de dedicación de Chen Yun al bienestar de China. Sin embargo, no se mencionó la causa de la muerte motivada, al parecer de leucemia.

Toda la atención de los medios políticos y diplomáticos chinos está puesta ahora en su funeral, que requiere indiscutiblemente la presencia de Deng Xiaoping. Visto por última vez en febrero de 1994, y tras numerosos desmentidos gubernamentales sobre su mala salud la ausencia de Deng en este acto confirmaría los rumores de que se encuentra en estado comatoso.

Los chinos, profundamente supersticiosos, han visto de inmediato en esta muerte un símbolo de lo que se avecina, por comparación a lo ocurrido en 1976. Ese año comenzó con la muerte del primer ministro Zhou Enlai y finalizó con la detención de la llamada banda de los cuatro, de la que formaba parte Jiang Qin, la viuda de Mao Zedong. El Gran Timomel había muerto ese mismo septiembre de 1976.

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Con la desaparición de Chen Yun, el primer ministro chino, Li Peng, pierde su principal apoyo. Considerado en medios internacionales y de Hong Kong como el principal responsable de la matanza de Tiananmen, ocurrida en junio de 1989, Li Peng se encuentra ahora más que nunca en la cuerda floja, a la espera de la tormenta política que desatará la muerte, previsiblemente cercaría, de Deng Xiaoping.

Al igual que Deng, Chen no tenía en la actualidad ningún cargo efectivo y, desde 1987, se encontraba retirado de la política activa, pero su prestigio era suficiente para encabezar toda una corriente de pensamiento que defiende una reforma paulatina de la economía socialista a la economía de mercado de manera que puedan evitarse los males que ésta última genera.

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