Los 'ertzainas' amenazan con una huelga si no mejoran sus condiciones de trabajo

Los sindicatos representativos de la Ertzaintza (Policía Autonómica vasca) estudian la posibilidad de iniciar una huelga ilegal para, forzar al departamento de Interior del Gobierno vasco a negociar mejoras en las condiciones y la seguridad en el trabajo. Varios cientos de agentes se manifestaron ayer en Vitoria frente a la sede del Ejecutivo autónomo para protestar por esta situación. Al finalizar la concentración, los ertzainas arrojaron vanos uniformes a la puerta de la sede del Gobierno. Un portavoz de la central sindical ELA en Bilbao exigió ayer que el consejero Juan María Atutxa se siente a dialogar, algo que, según el citado portavoz, el PNV no quiere hacer con la Ertzaintza y sí con ETA.

Según los sindicatos, la situación es tan mala en estos momentos que los agentes están dispuestos a soportar las sanciones derivadas de un paro si con eso se consigue mayor seguridad y variar la estructura de la plantilla. La huelga no está permitida en la Ley de la Policía y, por tanto, sería ilegal que se inhibiesen del servicio público que prestan. Durante la concentración, los agentes arrojaron a la puerta de la sede del Gobierno, custodiada por sus compañeros de la Brigada Móvil, varios uniformes de trabajo.En medio de los gritos y peticiones, los ertzainas se solidarizaron con el compañero que se debate entre la vida y la muerte en la Unidad de Quemados del Hospital bilbaíno de Cruces. Jon Ruiz Sagarna se encuentra estable, dentro de la gravedad, pero evolucionando favorablemente, según el último parte médico emitido ayer por el centro. "Se mantiene con respiración asistida en la unidad de grandes quemados de pronóstico muy grave".Los otros dos agentes heridos fueron dados de alta durante la mañana de ayer. También evolucionan favorablemente las dos jóvenes que fueron lastimdas durante el atentado contra el furgón policial en Rentería, aunque permanecen ingresadas en hospitales de Guipúzcoa.El portavoz del sindicato ERNE, Iñaki Castro, considera un insulto a la dignidad y la profesionalidad de los ertzainas que el departamento de Interior se niegue a sentarse en torno a una mesa: "Lo que tiene que hacer es negociar porque, en definitiva, todos queremos mayor seguridad para el policía".