Las ONG temen que la Cumbre del Clima termine sin compromisos
La UE se aproxima a Estados Unidos, que no desea reducir las emisiones de CO2
Las organizaciones no gubernamentales están francamente inquietas por cómo se están desarrollando las cosas en la Conferencia Mundial del Clima que se está celebrando en Berlín, convocada por la ONU y con la participación de representantes de 130 países. Temen que la reunión culmine el próximo viernes con declaraciones vagas y sin compromisos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. La delegación anfitriona de la conferencia ya ha anticipado que no se llegará a ningún acuerdo para especificar límites a las emisiones contaminantes que alteran el clima.
En Berlín, la Unión Europea se está aproximando a las posiciones de los delegados estadounidenses y los australianos, que no quieren hacer ninguna referencia a la reducción de las emisiones de CO, según han denunciado las ONG.Aunque esta conferencia es continuación de la cumbre de Río de 1992, en la que se acordó el objetivo de limitar en el año 2000 las emisiones de gases de efecto invernadero como el dióxido de carbono a los niveles de 1990, en Berlín se ha reconocido ya que lo único que se podrá acordar será un aplazamiento de cualquier acuerdo hasta dentro de dos años.
El pasado viernes, la presidencia alemana de la reunión no había logrado convencer a los países productores de petróleo para que retiraran su petición de que las decisiones se tomen por consenso, lo que supone reservarse la opción de veto.
Por su parte, países como India y China temen que su rápido crecimiento económico resulte amenazado si se ven obligados a limitar sus emisiones, lo que les enfrenta con las reclamaciones de los países isleños del Pacífico, sobre todo, que se ven amenazados de desaparición si el nivel del mar aumenta por el cambio climático.
La UE ha mantenido conversaciones informales en Berlín con representantes del grupo JUSCANZ -Japón, Estados Unidos, Canadá, Australia y nueva Zelanda-, para intentar redactar un borrador de mandato que proponer a los países en desarrollo. Estados Unidos, Canadá y Australia son los países líderes en emisiones de gases de efecto invernadero per cápita.
En España, el aumento de las emisiones de COCO2 de aquí al año,2000 se limitará al 13% o 15%, según se anunció el viernes en Madrid, en la actualización del Plan Energético, informa Europa Press.
La amenaza del cambio
Casi nadie niega en Berlín que exista la amenaza del cambio climático, aun con las incertidumbres que los investigadores destacan, pero interpretaciones diferentes de la información científica disponible están alimentando dos posiciones divergente sobre la magnitud de dicha amenaza y la necesidad de tomar medidas urgentes.
Bert Bolin, coordinador del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC, siglas en inglés), que ha realizado todas las estimaciones científicas por encargo de la ONU, ha declarado en Berlín: "No podemos negar la cuestión debido a las incertidumbres. La incertidumbre [respecto al cambio climaticol no disminuye el riesgo, sencillamente dificulta su identificación". También destacó que "mientras las medidas iniciales pueden no ser muy caras, las intervenciones a corto plazo posteriores, si son necesarias, pueden ser muchísimo más costosas".
Pero mientras los científicos advierten que el aumento de las temperaturas pueden provocar violentas variaciones climáticas y aumento del nivel de los océanos con las consiguientes inundaciones de franjas costeras, la Coalición del Clima Global (GCC), grupo que representa los intereses de empresas estadounidenses, afirma que no hay pruebas de que la contaminación atmosférica originada por la actividad humana sea la causa del aumento de las temperaturas registradas desde el inicio de la industrialización.
"Es prematuro juzgar si son adecuados los compromisos de la convención de Río y urgir nuevas negociaciones antes de que se completen análisis científicos y económicos cruclales", dice una declaración del GCC.
El IPCC dice que, incluso si las emisiones de gases de efecto invernadero se estabilizaran en los niveles de 1990, su concentración en la atmósfera sería a finales de este siglo el doble que el nivel previo a la industrialización, hace más de un siglo. Esto provocaría un aumento de la temperatura global de unos dos grados centígrados en 50 años, lo que significaría el incremento más significativo registrado en la Tierra desde hace 9.000 años, es decir, desde el final de la última glaciación.
