Moral alcoyana
Con apenas 11 personas por público, la bailarina y coreógrafa Antonia Andreu ofreció su programa manteniéndose entera y bailando con rigor y calidad. Ella ha sido una heroína de verdad. Otro se hubiera desmoralizado, pero la valenciana sabe mucho de rechazos y de que no sean aceptadas sus propuestas. Su discurso es monologal e intenso, mientras atrae y absorbe al espectador como un imán misterioso. El espacio escénico, acotado por un cuadrado de luz rasante en el suelo, era una tribuna para la exposición de una danza que ahonda en la de construcción y se. soporta sobre un rito espacial comprometido con su estilo y con su tema.Obvio decir que el apoyo formal está dado por una técnica limpia tanto del ballet como de formas y vocabularios contemporáneos y por su inveterado buen gusto: la Andreu vestía un traje de Gaultier, lleno de fantasía teatral, en el que aparecía estampada varias veces y en distinto tamaño la Mona Lisa de Leonardo da Vinci; en un espectáculo tan justo y ajustado, nada es casual o- gratuito, y ese traje lanzaba, de entrada, un mensaje. o hipótesis: la voz individualizada a través del producto artístico, la distinción a la persona y, aún más, el misterio que darán el tiempo y los factores culturales a un contenido determinado. Andreu basa su cuerpo estético en una. mezcla depurada de pasado y futuro; él presente es el músculo, entrenado y rompedor, voluntarioso; el pasado está en la frase musical de Purcell que abre la velada, y el futuro, en polarizar, la tensión al lenguaje, a la forma como una vocación distintiva.
Antonia Andreu
Panfleto. Coreografia, Antonia Andreu; música original, Big Toxic; luces y escenografia, Freddy Gerlache; coordinación, Willy Sánchez Verdoux. Teatro Pradillo," 31 de marzo.
Controvertida
Andreu, va a ser siempre discutida y controvertida, pero en el panorama de la danza local su obra juega un papel y hasta un poder que sé justifica plenamente; su conciencia del proceso creador, la sitúa muy bien entre sus compañeros de viaje y le da poso, hasta una cierta ventaja de orientación. Panfleto dura casi una hora y no cansa. Debe verse (estará en cartel hasta el día 9) pues la panfletista no es una libelista sino una artista que airadamente pone el dedo en la llaga. Se disfruta lo que se ve y se llega a sentir cuando, Antonia, sola, borda y expone su labia corporal en estrofas muy ligadas, del patetismo a la ira, de la advertencia al ruego.
El trabajo de Panj7eto comienza en vertical para, pasar a una segunda fase de suelo con agresivo recorrido de la planimetría; luego en la tercera sección, todo se hace más tenso y desesperado, aparecen sutilmente los pasos de aire: sus dotados saltos sobre una estricta geometría que se descompone y articula a voluntad. Hay en todo el recorrido una mímica locuaz, un lirismo amargo y torturado que se explica por sí mismo en su fuerza y en su vértigo, que no es otro que el del tiempo en que le ha tocado vivir a la artista.
La emoción de la pieza sobrecogía: norte, sur, este, oeste, la artista baila sobre una sofisticada cuadrícula que la obliga a no tener espalda y la danza
Justifica así sus tres dimensiones labanianas y regresa el tan reproducido dibujo de Leonardo.
Babelia
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