"No hay justicia en la fiesta para los modestos"
José María Plaza se recupera en el hospital Doce de Octubre de Madrid y con más lentitud de la que desea del gravísimo percance que sufrió en la pierna derecha el pasado día 5, en Torres de la Alameda (Madrid), con la esperanza de que a partir de ahora le sonría la suerte: "Aunque será difícil, porque en la Fiesta no hay justicia para los modestos; sin embargo ahora tengo aún más ganas que antes de ser figura".Unas ganas que debe a aguardar para poner en práctica, ya que el panorama del pie derecho, que estuvo a punto de perder al faltarle circulación los 10 días posteriores a la cornada, "aún no está demasiado claro, y aunque avanza día a día no es seguro totalmente que recupere la movilidad al. cien por cien", como admite con realismo.
La recuperación se ha complicado un poco más porque, desde hace una semana sufre fuertes fiebres de las que, tras hacerle un cultivo urgente los médicos, parece que también ya se recupera: "Era una pequeña infección, algo lógico porque aunque la herida de la pierna está muy bien, ha sido un percance muy grave y es normal que surjan continuas complicaciones".
El torero, que ya sufrió hace exactamente 10 años una cornada, también en la plaza de su pueblo, Torre de la Alameda, en la misma zona de la pierna e igualmente con arrancamiento de la safena -lo que comenta con sentido del humor casi negro, al subrayar que "hay que reconocerle al toro que me hirió el día 5 que tuvo mucho tino"- siempre fue consciente de la máxima gravedad de su percance, y de que antes de surgir la posibilidad de perder el pie también pudo perder la vida: "Esa es una cuestión que debemos tener asumida los toreros desde el primer día, así que aunque vi la muerte muy cerca, no me asusté demasiado e incluso daba ánimos a. mis familiares".
Ahora, si no surgen más problemas, deberá entrar la próxima semana de nuevo en quirófano (donde ya ha estado tres veces a consecuencia de la cornada) para que le cierren la herida abierta en la pierna de la ingle al tobillo con el fin de facilitar la circulación sanguínea. Después le resta un largo y doloroso período de recuperación y rehabilitación, de muchos meses. "Por desgracia no voy a perder ni una sola actuación" afirma también con bastante sentido del humor, "porque no hay ni un contrato firmado. Sólo la mínima posibilidad de torear la corrida concurso del Dos de Mayo en Madrid, que ya no será posible".
Plaza es consciente de que cuando reaparezca deberá empezar de cero, lo que no le preocupa demasiado: "Por un lado es bueno, porque significará que estoy de nuevo en la brecha, y por otro, ya estoy acostumbrado, porque toda mi trayectoria como matador de toros ha sido así. Pero también la Fiesta fue siempre así y no va a cambiar, aunque un poco más de atención y justicia para los jóvenes por parte de las empresas no vendría mal ni perjudicaría a las figuras que, eso sí, si están ahí nadie se lo ha regalado".
También sabe que será como siempre el coso de Las Ventas en el que habrá de jugársela a una carta, al igual que tantos veranos en que su nombre era ya un clásico en las duras corridas del estío desde su alternativa en 1989, aunque puntualiza que las dos últimas temporadas ya no le llamaron.
El diestro añade también que ojalá esté repuesto para finales del próximo mes de agosto, ya que también era habitual en la feria de la localidad madrileña de Alcalá de Henares, donde "mis triunfos de un año siempre me sirvieron para que me pusieran en el cartel del siguiente, como debería ser siempre si la Fiesta fuera más justa".
Plaza, que el próximo domingo cumple 26 años, tiene una dedicatoria especial para su apoderado, Luis Miguel Sánchez, "al que debo lo poco que soy y con el que estoy en deuda, y la única forma de pagarle será triunfando". Y concluye con una frase de su amigo José Luis Bote: "Su fuerza para sobreponerse a su gravísimo percance me ha servido de ejemplo. Creo que, como él dice, ambos ya hemos pagado nuestra cuota de tragedia en la Fiesta; a ver si ahora llegan los éxitos".
Babelia
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