El coloso del sur ya tiene inquilinos

El coloso del sur, en el vallecano cerro de San José del Olivar, ya tiene inquilinos. Desde hace un mes, 364 veinteañeros viven en este bloque de pisos baratos de alquiler, el primero que la Comunidad de Madrid -que lo construyó- ha cedido para sus gestión a cooperativas de vivienda joven.Las tres cooperativas, Cojuvipal, Jovensur y Arganzuela Joven, vinculadas a asociaciones de vecinos, se encargarán del mantenimiento de la barriada -formada por los 256 pisos del rascacielos y 108 viviendas de dos plantas en hilera-, de cobrar las rentas y de poner en marcha empresas de economía social en los locales comerciales. Una república joven visitada por un Rey, Juan Carlos I, durante su recorrido de diciembre por los barrios del sur, y proyectada por los arquitectos catalanes Elías Torres y Juan Antonio Martínez Lapeña.

Se trata de una experiencia piloto en la que ha surgido un escollo. Durante todas las conversaciones entre cooperativistas y el Instituto de la Vivienda de Madrid (Ivima), que ha edificado las casas, se acordaron tres rentas diferentes: 15.000 pesetas al mes para los pisos de un dormitorio; 22.000 para los de dos, y 27.000 para los de tres. Las cantidades partían de la aplicación de un decreto de vivienda, el 100/86, propio de los realojamientos.

Pero, según los cooperativistas, el día anterior a la entrega de llaves el Ivirna anuncio que esa normativa no es la que se aplica actualmente a la mayor parte de la vivienda social y propuso otros precios: 19.000, 29.000 y 36.000 pesetas.

Los jóvenes, ante el deseo de entrar en los pisos, firmaron esas condiciones, pero siguen negociando con el Gobierno regional una solución. Mientras, han decidido liquidar las cantidades iniciales y no las firmadas. El bloque ha costado 2.800 millones a las arcas regionales.

Los requisitos para acceder a estos pisos eran: ser menor de 30 años y tener ingresos inferiores a 2,5 veces el salario mínimo interprofesional ponderado.

Concepción, de 28 años y José, de 25, serán padres en su nueva casa. Hace un año se apuntaron a la cooperativa Joven Sur con pocas esperanzas. "Hubo muchas bajas y pudimos optar a un piso, eso sí, al ser los últimos nos tocó el más, pequeño, de 44 metros", explican. "Como antes vivíamos en una casa baja de 20 metros cuadrados en el Puente de Vallecas y pagábamos 20.000 pesetas de alquiler, esto nos parece un palacio, asegura esta pareja, que lleva meses en paro.

Paco, un vallecano de 29 años, es aficionado a la espeleología y a las alturas. Desde su. saloncito, en un decimocuarto piso, se contempla una magnífica vista de la ciudad.

"Yo vivía en un piso de alquiler con un amigo donde pagábamos 50.000 pesetas, me enteré de este proyecto en una de las asociaciones donde colaboro y me apunté a una de las cooperativas", explica. Su casa, una de las más pequeñas, con 411 metros cuadrados, consta de una sala, un dormitorio, una cocina con solana y un baño. Ahora vive de los cursos que le salen como monitor y del paro.

Mari Cruz Martín, con dos hijos, se apuntó a una de las cooperativas cuando tenía 29 años. Pasaron cuatro años y se olvidó del asunto. Hasta que en noviembre de 1994 le llamaron.

"No me lo podía creer, ya me veía viviendo para siempre en el piso de mis padres, en la UVA de Vallecas, con otros ocho parientes", afirma. "Me había apuntado en las listas de vivienda social, pero no conseguía nada; una vez, ya desesperada, participé en una okupación", añade esta asistenta.

El objetivo es que en el bloque haya rotación de inquilinos, que los jóvenes permanezcan en él sólo cuando su situación económica les impida otras opciones de alojamiento.

Existe un proyecto similar y anterior en el tiempo en Orcasitas (Usera), aunque las 134 viviendas no están aún entregadas. Éstas y otras cooperativas (le vivienda joven han nacido al amparo de la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos de Madrid (FRAVM) (San Joaquín, 4. Teléfono 522 88 26).