Paul McCartney Yoko Ono ponen fin a una enemistad de casi 30 años
Paul McCartney y Yoko Ono han puesto fin a una enemistad que duraba casi tres décadas mediante un encuentro musical en secreto con motivo de una grabación. Ono, la viuda del beatle asesinado John Lennon, y McCartney grabaron una canción escrita por ella en homenaje a las víctimas de la bomba atómica, arrojada sobre Japón hace 50 años.La mujer de McCartney, Linda, y tres hijas y un hijo de la pareja, Mary, Stella, Heather y James, acompañaron la semana pasada a Ono y su hijo Sean en la grabación de El cielo de Hiroshima siempre es azul, en el estudio del ex beatlé en el sur de Inglaterra.
El periódico The Sunday Times publicó que McCartney entregó a Ono la cinta original para que la use como quiera, mientras que, a cambio, ella acepta ceder le algunas de las canciones inconclusas de John Lennon con permiso para usarlas en nuevas grabaciones de Los Beatles que serán editadas a finales de 1995. La reconciliación privada, que ocurrió mientras Ono y Sean pasaban un fin de semana con la familia de Lennon, se interpreta como el acto final a las ácidas recriminaciones que siguieron a la ruptura del legendario grupo de Liverpool.
Capuletos y Montescos
"Ha sido una estupenda manera de cimentar nuestra amistad", le dijo McCartney a un amigo después de la sesión. Ono comparó el acontecimiento con la paz shakespeariana entre las familias de Romeo y Julieta: "Que Capuletos y Montescos se volvieran a reunir ha sido hermoso... Ha sido una cura para nuestras familias el poder reconciliarnos de esta manera. Este sentimiento ha sido muy especial". Las diferencias entre McCartney y Yoko Ono comenzaron en 1968, cuando Lennon la conoció cuando ella era una artista japonesa tratando de situarse en Londres. En el momento en que Lennon rompió la estricta norma del grupo contra la presencia de las parejas en las sesiones de grabación, McCartney no pudo disimular su aversión hacia la recién llegada.
