Dimite el ministro de Asuntos Exteriores belga por las relevaciones sobre el 'caso. Agusta'
El ministro belga de Asuntos Exteriores y viceprimerministro, Frank Vanderbroucke, de 39 años, presentó ayer su dimisión al rey Alberto tras reconocer que en 1991 -año en que ostentaba la presidencia del Partido Socialista flamenco (SP)- pidió al tesorero del partido que quemara el dinero negro procedente de comisiones ilegales derivadas de la compra de helicópteros italianos Agusta. Un comunicado publicado por la casa real confirmó que el monarca aceptó esta renuncia y nombró como sucesor en el cargo a Eric Derycke, hasta ayer secretario de Estado para la Cooperación.
La decisión se dió a conocer a las 19.15 horas de ayer. Por la mañana, Vandenbroucke todavía se negó en reiteradas ocasiones a presentar su dimisión. Sólo lo haría "de forma inmediata si la justicia belga considera que he cometido un error", dijo. La decisión se tomó tras aumentar las presiones sobre este antiguo presidente de los socialistas flamencos. Varios partidos políticos pidieron a lo largo de la jornada una comparecencia del primer ministro, Jean-Luc Dehaene, ante el Parlamento para explicar la situación.La crisis se aceleró después de que la prensa diera a conocer las declaraciones realizadas por Vandenbroucke el pasado 27 de febrero a la juez 'Véronique Ancia, encargada de investigar la entrega de comisiones ilegales al SP y a los socialistas francófonos (PS) por parte de la empresa italiana Agusta en relación con la venta de 46 helicópteros. Vandenbroucke informó entonces la justicia sobre la situación de las cuentas del partido en los años 1989 y 1990.
En 1991, el hasta ayer por la tarde responsable de la diplomacia belga se enteró de que una caja del banco Codep contenía dinero negro, no registrado en las cuentas del. partido. Vandenbroucke pidió entonces, según reconoció en rueda de prensa, al tesorero del partido Etienne Mangé, actualmente encarcelado por el caso Agusta, que quemara el dinero, sin investigar su procedencia ni su cuantía. .
Vandenbroucke recordó, justificando de alguna manera su decisión, que hasta 1993 los partidos podían recibir legalmente donaciones. Los investigadores están ahora tratando de determinar si el dinero que contenía la caja, en tomo a los seis millones de francos belgas (unos 24 millones de pesetas), procede de la comisión de 200 millones de pesetas entregada por Agusta en 1989 al SP.Prohibido quemar
El ex ministro belga reconoció no haber comprobado si el dinero se destruyó y negó haber controlado personalmente el contenido de la caja, en contra de lo afirmado ayer mismo en un artículo publicado por un semanario flamenco. Vandenbroucke, que aparentemente desconocía la prohibición legal de quemar billetes del banco nacional de Bélgica, reconoció no haber relacionado ese dinero con el caso Agusta. El dimisionario no informó entonces de la situación al actual secretario general de la OTAN, Willy Claes, o al actual presidente del partido, Louis Tobback.Claes, sobre quien también aumentan las presiones para que dimita de su cargo al frente de la Alianza Atlántica, era en 1989 el ministro de Asuntos Económicos que negoció las compensaciones para la economía belga de la empresa italiana. Vandenbroucke sucedió a Claes al frente de la diplomacia belga en octubre del año pasado, cuando Claes fue elegido como secretario general de la organización de defensa atlántica en sustitución del fallecido Manfred Wörner. El secretario general también se ha negado reiteradamente a lo largo de las últimas semanas, al igual que Vandenbroucke, a dimitir.
"No informó entonces a la justicia belga de la existencia de esta caja para que no se iniciara una investigación sobre el pasado del partido", subrayó el ex ministro, quien reconoció que en 1989 confiaba totalmente en Mangé para poner en marcha un verdadero control sobre las cuentas del SP.
Mangé informó en 1989 al actual ministro belga de Asuntos Exteriores y al actual secretario general de la OTAN acerca de la voluntad de Agusta de entregar una "donación" al partido. Tanto Claes como Vandenbroucke rechazaron entonces aceptar la comisión de Agusta, según declararon a la juez Ancia.
Según indicaba ayer la radio belga, los 6 millones de francos no se quemaron tal como pedía el entonces presidente del SP. Este dinero reapareció en 1993 para reflotar un semanario flamenco Het Vrije Waasland.
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