El déficit del Estado aumentó un 376,2% hasta febrero por la caída de ingresos patrimoniales

La diferencia entre ingresos y gastos no financieros del Estado hasta febrero se saldó con un déficit de 170.800 millones, lo que supone casi quintuplicar la del mismo periodo del año anterior. El espectacular incremento del déficit (376,2%) obedece, no obstante, a que han descendido un 83% los ingresos patrimoniales (beneficios del Banco de España y privatizaciones). El gasto se ha recortado un 4,8% y, además, sólo en febrero se registró un superávit de 193.500 millones. Hacienda da por descontado que se cumplirá el objetivo de déficit para final de año (4,6% del PIB) mientras, las primeras cifras del presupuesto de 1996 indican que se producirá un recorte de más del 25% en las llamadas políticas activas.

El dato sobre déficit de caja no financiero del Estado, dado a conocer ayer, tiene una doble lectura. Por una parte, se trata de un saldo muy negativo ya que ha supuesto casi quintuplicar la cifra registrada en los dos primeros meses del año anterior. Pero, por otra, es el resultado de sólo dos meses que sale muy mal parado en su comparación con el año anterior por factores puntuales.En concreto, durante los dos primeros meses de 1994 se ingresaron 409.200 millones de pesetas procedentes de los beneficios del Banco de España que este año han sido de sólo 70.400 millones. También se obtuvieron unos ingresos extraordinarios por la privatización parcial de Argentaria que en 1995 no se han producido.

En conjunto, los ingresos patrimoniales han sido inferiores en 436.100 millones respecto de los obtenidos en enero y febrero de 1994, lo que ha supuesto una caída del 83%. Ello ha echado por tierra los esfuerzos, de contención del gasto, que ha disminuido un 4,9%, y el incremento de la recaudación -descontados los ingresos patrimoniales- en un 7,8%.

Pero la cifra global de déficit ha arrojado finalmente un saldo negativo en 170.800 millones de pesetas, cuando el pasado año por esas fechas era de 35.900 millones. Lo que preocupa en el Ministerio de Economía es "la lectura inmediata" que de los resultados de déficit hasta febrero se pueda hacer, y teme que este efecto se prolongue algunos meses más. Hace, sin embargo, hincapié en que los datos demuestran que la tendencia es positiva porque se está controlando el gasto y porque los ingresos -con la excepción de los patrimoniales- crecen a un ritmo importante. Además, sólo en el mes de febrero se ha conseguido un superávit de 193.500 millones de pesetas, inferior en cualquier caso al excedente de 256.900 millones registrado en el mismo mes del año anterior.

Fuentes del Ministerio de Economía y Hacienda dan por descontado que se cumplirá el objetivo de déficit para 1995 -4,6% del PID, 3,15 billones de pesetas-, a lo que ayudará un mayor crecimiento económico del estimado. En esta previsión de déficit están incluidos ingresos patrimoniales de 300.000 millones por privatizaciones, de los cuales, 164.500 millones corresponden a la operación de Repsol.

No se modifica, pues, el punto de partida para el Presupuesto de 1996 que tampoco ha variado por la reciente devaluación de la peseta y por las recomendaciones del Comité Monetario de la Unión Europea sobre el control del déficit público. Fuentes de Economía señalan que recortar el gasto en un billón de pesetas representa ya un esfuerzo considerable y permitirá cumplir el Programa de Convergencia que sitúa el déficit para el Estado en un 3,5% del PIB en 1996; es decir, 1, 1 puntos menos que el previsto para 1995.

Consejo extraordinario

Este recorte supondrá, según señalan otros ministerios consultados y confirman en Hacienda, que las denominadas políticas activas sufrirán un descenso de entre el 25% y el 30% en su margen de maniobra. Éstas políticas engloban todo lo que no es gasto inicialmente comprometido; es decir, lo que queda disponible después del pago de prestaciones sociales, de las nóminas de funcionarios, intereses de la deuda pública, transferencias a las comunidades, autónomas y los ayuntamientos y proyectos cofinanciados con la UE. Es sobre todo, inversión pública nueva y mejoras en la prestación de servicios.Ello queda pendiente de que un Consejo de Ministros extraordinario, a celebrar probablemente durante el mes de mayo, haga una primera valoración global del Presupuesto para 1996. En Hacienda se considera que, si como parece, la economía crece más de lo previsto, el recorte del gasto no superará el billón y quedará mayor margen para políticas activas.