Menem, destrozado en plena campaña electoral por la muerte de su hijo
El pésame del escritor Ernesto Sábato al presidente argentino, Carlos Menem, fue breve y auténtico: "A pesar de nuestras discrepancias, estoy al lado de ustedes. Sé lo que es la muerte trágica de un hijo". El fallecimiento de Mario Sábato provocó al autor de El túnel un ataque al corazón. Carlos Menem, favorito en los comicios generales del 14 de mayo, con una campaña electoral por delante, no llegó a tiempo a la clínica de San Nicolás, donde murió su hijo mayor, Carlos Facundo, con la base del cráneo abierta tras capotar el helicóptero que pilotaba. Roto, abrazado al cuerpo del primogénito, Menen sollozó: "Anoche estuve hablando contigo y ahora tengo que verte así".
El pasado martes, Carlos Menem había sido sometido con éxito a una revisión rutinaria, periódica desde la obstrucción de la arteria carótida sufrida hace casi dos años, y esa misma noche se despidió de Carlos Facundo después de seguir juntos el partido de fútbol Argentina-Honduras. "Los seres humanos podemos aguantar la muerte de los padres, no la de los hijos", dijo el presidente de Uruguay, Julio María Sanguinetti, a su llegada a Buenos Aires.El presidente español, Felipe González, remitió sus condolencias en un telegrama, suscrito también por su esposa, Carmen Romero. Varios presidentes suramericanos anunciaron su asistencia al sepelio por Carlos Facundo Menem, de 26 años, piloto automovilístico que pareció despreciar el riesgo desde sus primeras experiencias al volante de coches deportivos, motos, avionetas o helicópteros. El aparato de su propiedad, sobrevolando a muy baja altura la autopista entre Buenos Aires y Rosario, chocó con un tendido eléctrico y se estrelló contra el suelo a 110 metros de la vía de comunicación. Su sueño, revelaron amigos íntimos, era ser campeón del mundo en automovilismo y devolver a Argentina los honores del legendario Juan Manuel Fangio.
Bajo estrecha observación de su médico personal, un portavoz del Gobierno garantizó la continuidad de Menem en sus funciones gubernamentales: "Sacará fuerzas de donde pueda. Dios le va a conservar la fortaleza que siempre demostró para seguir liderando con inteligencia y coraje a la Argentina". Un familiar informó sobre el estado psicológico del presidente: "Es el de cualquier padre que ha perdido al hijo. Está permanentemente controlado por los médico y no hay nada que temer. Confiamos en que saldrá adelante y seguirá la pelea".
La abrupta muerte del joven, educado por su madre, Zulema Yoma, en la observación del Corán, desencadenó una gran conmoción y miles de personas desfilaron por la capilla ardiente, instalada primero en el Centro Islámico y después en Olivos. El trágico suceso propició una circunstancia fugaz: el candidato de la Unión Cívica Radical (UCR) suspendió la campaña.
La noticia sorprendió a Menem en una reunión con dirigentes del oficial Partido Justicialista, que Hugo Anzorregyu, jefe de la SIDE, servicio nacional de inteligencia, interrumpió, pálido y desencajado. "Presidente, venga que es muy urgente". Le habló al oído. Menem apenas si pudo despedirse: "Me avisan que Carlitos tuvo un accidente... Me tengo que ir... enseguida vuelvo".
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