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Entrevista:

'No tengo planes de volver a mi país"

Carlos Salinas de Gortari, el anterior presidente de México de quien se ha dicho que ha sido obligado a exiliarse por su sucesor, Ernesto Zedillo, telefoneó el martes al New York Times para negar esa versión de los hechos. "¿Que sí puedo volver a México?", se preguntó Salinas en una entrevista. "¡Sí, en cualquier momento!", respondió. Hizo una pausa y añadió: "Pero no tengo planes de hacerlo por ahora".Salinas abandonó México el pasado viernes en un avión privado que le llevó a Tejas y Nueva York en el mismo día.

El martes, durante la entrevista, celebrada en la elegante residencia del embajador de México en Naciones Unidas, en Nueva York, Salinas declinó hablar sobre la crisis política y económica que atraviesa su país por temor a que sus comentarios minasen la frágil estabilidad que Zedillo ha sido capaz de restaurar. "La siltuación en México es delicada. Es importante no perturbarla", dijo.

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Debido a que hablaba con cautela, en ocasiones enigmáticamente, su estatus actual continúa siendo un misterio. Sin embargo, Salinas anunció su intención- de viajar y pronunciar conferencias allí donde ha sido invitado. "Tengo planes de continuar viajando por Estados Unidos y, más probablemente, por el extranjero. Mis hijos siguen yendo al colegio en Ciudad de México y mi esposa está con ellos".

Vestido de azul y con aspecto relajado, el ex presidente de México explicó que el hecho de celebrar la entrevista en la residencia del embajador mexicano en la ONU, Manuel Tello, no significaba nada y que era una simple coincidencia, ya que había comido con su amigo y antiguo ministro de Asuntos Exteriores. Tello, que estuvo ausente durante la entrevista, aseguró que Zedillo sabía que Salinas se encontraba allí.

Carlos Salinas de Gortari, de 46 años, dejó el poder el pasado 1 de diciembre como un respetable líder mundial, pero en las últimas semanas la crisis financiera de México, la detención de su hermano, Raúl, acusado de asesinato, y su huelga de hambre de dos días de duración para exigir al presidente Zedillo que le exonerara de cualquier responsabilidad en ambos casos le han llevado a perder buena parte de su prestigio internacional.

"Han sido 90 días difíciles", dijo. "Un ex presidente de México tiene que adaptarse a una diferente forma de vivir. Tienes demasiados deberes y responsabilidades que terminan abruptamente. Eso es todo".

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