Sin esquís

La nieve no sólo atrae esquiadores. Miles de madrileños suben cada fin de semana a la sierra para jugar con la nieve. Muchos se atreven, incluso, a deslizarse por las pendientes a lomos de un plástico: son los plastiqueros. Los vigilantes de las pistas les temen: "Dan mucho trabajo. Se raspan el trasero, se rompen las piernas o se quedan congelados en pocos minutos".Según la Comunidad de Madrid, los usuarios de las instalaciones de Navacerrada pueden ser divididos en tres grandes grupos: esquiadores, usuarios no esquiadores y visitantes de fin de semana. Estos últimos son los más numerosos, pero se desconoce su número exacto porque no pasan por ninguna taquilla. Según la Comunidad de Madrid, son el "motor de una importante actividad social y económica". No obstante, representan el mayor peligro para la correcta conservación del medio ambiente. Los responsables de la Comunidad añaden: "Sólo una larga labor de educación ambiental facilitará un cambio en sus conductas".

Desde que comenzó la temporada (1 de diciembre de 1994) a Navacerrada han subido unos 28.000 esquiadores. El número de usuarios no esquiadores (personas que realizan rutas, recorren los espacios naturales o suben en los remontes sin practicar el esquí) ha superado las 21.000 personas.