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Entrevista:

"En México hay sólo una ley para todos"

El secretario de Relaciones Exteriores de México, José Angel Gurría, que llega mañana a España en visita oficial, advierte que su Gobierno ha apostado por la aplicación e la ley. De ahí la detención de un hermano del ex presidente Carlos Salinas de Gortari.

Economista formado en Harvard, el nuevo canciller mexicano, José Ángel Gurría, es el hombre encargado de dar la cara por México en el mundo en estos momentos difíciles que atraviesa su país. Amigo personal del presidente Ernesto Zedillo, fue uno de los negociadores de la deuda mexicana en el anterior sexenio presidencial. Piensa que en su país se ha acabado la impunidad, pide cierta comprensión por el esfuerzo que está haciendo su Gobierno para dar a Chiapas una salida pacífica y confía en que pronto se saldrá de la grave crisis económica motivada por la devaluación monetaria de diciembre.Pregunta. ¿Qué está pasando en México?

Respuesta. Tenemos tres frentes. El primero es económico, en donde a raíz de negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI), con el. Banco de Pagos Internacionales y, más recientemente, con el Gobierno norteamericano, hemos logrado 50.000 millones de dólares (unos seis billones de pesetas) para poderlos aplicar a la estabilización de los mercados mexicanos. Luego está el frente político, con el asunto de Chiapas, y un tercer frente, que es de carácter jurídico-político, con la detención de Raúl Salinas y la orden de aprehensión de Mario Ruiz Massieu.

P. Pero son tres frentes abiertos.

R. Sí, pero sobre los tres casos ya estamos avanzado. Esto lo decimos ahora, pero hace unos días no lo teníamos tan claro. La situación de Chiapas, por ejemplo, estaba indefinida. Seguía sin restaurarse el Estado de derecho. Lo mismo ocurría con el paquete financiero, que no se había firmado y que, además, se topaba con todo tipo de dificultades, entre ellas la del Congreso norteamericano.

P. ¿Y las detenciones?

R. Son asuntos estrictamente judiciales, aunque tienen sus implicaciones políticas, sobre todo en el caso de Raúl Salinas, procesado por el asesinato de José Francisco Ruiz Massieu. Lo mismo ocurre con el hermano de éste, Mario, detenido en Estados Unidos. Lo que está ocurriendo en México es que estamos privilegiando el derecho. Queremos una, ley que se aplique igual para todos.

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P. ¿No cree que se da una imagen de caos, de desorden?

R. Los temas son difíciles. Desde el Gobierno estamos actuando con enorme congruencia. Y esta congruencia no está orientada ni a satisfacer la curiosidad, ni a darle gusto a determinada corriente de opinión. Yo creo qué a los mexicanos nos falta la suficiente zalma y la suficiente tranquilidad para explorar la razón última de las acciones. En el caso de Chiapas, hubo personas que veían corno una contradicción que, una vez recuperado el control de la zona por el Ejército, el presidente Ernesto Zedillo ordenara detener la persecución de los jefes de la guerrilla y que las tropas se quedaran allá donde habían llegado. Es una ligereza llamar a esto contradicción cuando la idea final es alcanzar una solución pacífi a en este contencioso.

P. ¿Se rompe el sistema político mexicano?

R. Es más sencillo que eso. Lo que pasa es que el presidente Zedillo está cumpliendo con su programa de campaña, basado en la primacía del Estado de derecho y en la independencia del poder judicial. Son los tribunales quienes deciden en los casos penales y no el presidente de la República.

P. En la calle se pide desde hace tres meses la cabeza del ex presidente Carlos Salinas. ¿Cómo se puede pasar tan rápidamente de la gloria al infierno?

R. Esto es un ejemplo de la importancia que tienen los medios de comunicación en México.

P. Pero algo habrá más allá de lo que dicen los periódicos o la radio.

R. No. Los medios de comunicación han alcanzado en México una importancia brutal. Al contrario que en el pasado, es ahora cuando recogen lo que piensa la opinión pública. También tienen su propia opinión editorial. Es un fenómeno nuevo, con el que hay que contar y vivir.

P. ¿No cree que la ayuda exterior, fundamentalmente la que procede de Estados Unidos, ha hipotecado a México?

R. De ninguna manera. Un ejemplo claro es que la deuda no aumenta un centavo. Con el paquete financiero sustituimos deuda de corto plazo por deuda a largo plazo. México no tiene déficit público y, por lo tanto, no aumenta la deuda. Llevamos cuatro años de presupuesto en equilibrio y 1995 no va a ser la excepción. Por otra parte, nuestras finanzas públicas son muy sanas.

P. De todas formas, el mensaje ha sido muy claro: México hipotecó su petróleo a cambio del paquete financiero que necesitaba para salir de la crisis.

R. Eso es un equívoco. No existe ninguna condición política de dominio exterior sobre los recursos naturales de nuestro país, ni de control sobre nuestra política energética. Lo único que hay es un mecanismo contingente con objeto de cubrir los pagos. Y es más: el paquete financiero no es exclusivo entre México y Estados Unidos. En la operación global han participado el Fondo Monetario Internacional y el Banco de Pagos Internacionales.

P. Hay quien no descarta cierto paralelismo entre España y México. Devaluaciones, fenómenos que escapan de la lógica política, corrupción de altos cargos.

R. Yo creo que hay un elemento común y es que tanto en España como en México se está actuando con todas las de la ley. En los dos países existieron advertencias sobre las consecuencias que podrían tener determinados casos -GAL, Roldán, Raúl Salinas y Mario Ruiz Massieu-, pero se decidió ir tan lejos como las investigaciones y la información disponible lo permitiesen. En uno y otro lado, los Gobiernos trabajan porque haya un Estado de derecho y para que el ciudadano se sienta tranquilo de que no hay impunidad y de que aun las personas más importantes, si cometen delitos, serán perseguidas.

P. La crisis mexicana ha provocado una crisis internacional de mercados.

R. México es un mercado importante, con inversionistas de todo el mundo, y cualquier crisis que emerja de este mercado va a tener siempre una repercusión en los mercados internacionales, ya que cada vez hay una mayor integración. Se ha llegado a especular que el problema del peso mexicano está afectando a la cotización del dólar frente al yen japonés y las monedas europeas. No obstante, y sin ignorar cierta repercusión, creo que es darle mucha importancia al problema mexicano.

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