El plan para los ancianos gastará 25.000 millones en 10 años y creará 5.000 plazas en residencias

Cerca de 750.000 madrileños tendrán en el año 2001 más de 65 años. Ahora son 587.903, y su esperanza de vida no deja de aumentar y ya está en 76 años. Entre el 3% y el 4% de estos ancianos querría pasar sus últimos días en residencias, pero la Comunidad no dispone de plazas para todos. En estos momentos hay 2.475 personas en lista de espera, 2.000 prácticamente inválidas. El Plan Regional de Atención a Personas Mayores aprobado ayer por el Consejo de Gobierno prevé una dotación de 25.000 millones para acabar en el próximo decenio con estas deficiencias.

Este acuerdo -que podría llegar a la Asamblea antes de que termine la legislatura- es la respuesta madrileña al Plan Gerontológico Nacional tras asumir la Comunidad las competencias en los servicios sociales. En 1950 los mayores de 65 años eran el 7,2% del censo, ahora son el 12% y para el 2001, cuando se sitúa el horizonte del plan, serán el 15%. Sus necesidades acucian y no siempre son satisfechas. Ante este panorama, el plan efectúa primero un análisis de su situación y demandas, y luego traza la relación de medidas a adoptar.En cuanto al estado civil de los jubilados, se especifica que el 54% están casados, el 33% viudos y el 10% solteros. La mayoría vive en casas de características no ajustadas a sus necesidades actuales y con mal equipamiento. El 76% son propietarios. El 91% disponen de agua caliente y el 96% de baño completo, pero sólo el 46% disfrutan de calefacción.

Sobre el modo de convivencia se constata que el 50% habitan con personas distintas a la pareja, fundamentalmente sus hijos. Un 15% viven solos. Sólo el 8% están libres de cualquier enfermedad y prácticamente la mitad padece problemas reumáticos y de circulación. En las cuantías de las pensiones que perciben, se comprueba que las de los hombres son superiores a las de las mujeres y que todas decrecen con la edad.

Entre los objetivos del plan está acabar con el déficit de residencias, construir 10.000 plazas (5.000 públicas y concertadas y otras 5.000 privadas) y reconvertir las actuales (7.708) para ser utilizadas por inválidos. También se estudian otras alternativas como pisos tutelados, sistemas de acogimiento familiar, viviendas de promoción pública y multiplicar por seis la ayuda a domicilio que ahora reciben 6.265 ancianos.

El presupuesto de todo el plan suma 25.000 millones, 9.804 para edificar las 5.000 plazas tuteladas y 15.471 para su mantenimiento. La Comunidad pretende levantar tres residencias cada año, dos de financiación compartida: con suelo público, construcción y gestión privada y una subvención del 55% del coste de la plaza.