El dólar quiebra la recuperación de la peseta

El dólar y las monedas europeas más débiles, entre ellas la peseta, no lograron consolidar la recuperación iniciada el miércoles gracias al apoyo verbal que les prestaron las autoridades monetarias de Estados Unidos y Alemania. Los mercados piden ahora que tras las palabras de aliento lleguen los hechos en forma. de subida de tipos de interés en Estados Unidos o de bajada en Alemania. También contribuyó a agotar la tregua el efecto negativo que tuvieron sobre el dólar la nueva caída del peso mexicano y la crítica situación financiera de Argentina, reconocida hasta por su. ministro de Economía, Domingo Cavallo.En medio de una fuerte volatilidad, el dólar retomó su camino a la baja, arrastrando consigo a la peseta, la lira, la libra y el franco. La caída fue moderada a la espera de las cifras de creación de empleo en Estados Unidos hoy, un dato que puede dar pistas sobre la posibilidad de que suban los tipos de interés en este país, lo que ayudaría al dólar. De haberse apreciado hasta los máximos de la semana (1,4105 marcos) por la mañana, la moneda estadounidense cerró en Europa a 1,3935. La peseta subió por la mañana hasta las 90,70 unidades por marco, pero cerró a 91,95 (92,08 el miércoles). En Nueva York siguió la misma tendencia que en los mercados europeos, pero el dólar se enderezó a última hora y cerró a 129 pesetas frente a las 128,35 del día anterior.

Un movimiento similar experimentaron las otras divisas europeas que. siguen la suerte del dólar frente al marco. Ni siquiera el franco francés, que el miércoles recibió el apoyo de su banco central con una subida de dos puntos en los intereses a un día, aguantó: de 3,5302 pasó a 3,5572 unidades por marco. Y es que el Banco de Francia se resistió a trasladar este aumento a su tasa de intervención oficial, que ayer dejó en el 5%.

Nuevo mínimo de la Bolsa

Las subidas de las bolsas europeas por la mañana también perdieron fuelle cuando las expectativas de recuperación del dólar se vinieron abajo. La Bolsa española, que abrió la sesión con un avance de 1,91 puntos y un volumen de negocio muy corto, marcó al cierre un nuevo mínimo anual tras caer otro 1,46% (hasta los 265,43 puntos). El mercado de valores español acumula ya un descenso del 6,5% en las últimas cinco sesiones. Francfort y París pasaron de ganar entre 15 y 12 puntos a ceder al cierre 23 y 29 puntos, respectivamente, el 1, 16% para la Bolsa alemana y el 1,69% para la francesa. El mercado de deuda español también perdió las ganancias de la víspera. La rentabilidad del bono a diez años subió hasta el 12,58%, ampliándose el diferencial con Alemania -que mide la prima de riesgo que se exige a España- hasta 5,16 puntos (Italia está en los6,16).

Sobre la bolsa y la deuda españolas pesan, al margen de la situación global de los mercados, el temor de los inversores a pensar que el Banco de España suba más del medio punto esperado los tipos de interés oficiales la próxima semana. En principio, se barajaba la posibilidad de que el Banco de España sitúe le precio del dinero en el 8,55%, nivel en el que está interviniendo ahora en el mercado. Sin embargo, el aumento decidido el pasado miércoles por el Banco de Francia puede obligar al banco emisor español a situar el tipo de interés de referencia al menos en el 9%. Este temor es una de las causas de la mayor debilidad de la Bolsa española frente a las demás. La Bolsa española ha perdido un 6,86% desde que comenzó este ejercicio y un 8,49% desde el nivel más alto alcanzado el pasado día 6 de febrero.

La calma apenas ha durado 24 horas. Los inversores esperan ahora que las autoridades monetarias internacionales, cuyo silencio en los últimos días había provocado que el dólar rebasara consecutivamente sus mínimos históricos sumiendo al Sistema Monetario Europeo en la peor crisis de los últimos 19 meses, pasen a la acción. "Si los apoyos verbales no se materializan en medidas concretas, el dólar volverá a caer a los mínimos históricos que hemos visto esta semana", afirma César Cantalapiedra, de Analistas Financieros Internacionales.

Un dato muy positivo de creación de empleo en Estados Unidos confirmaría que la economía crece todavía a un fuerte ritmo y abriría la posibilidad de que la Reserva Federal en la reunión del próximo día 28 decida aumentar el precio del dinero para contener esta expansión.

Si el dato, por el contrario, confirma el enfriamiento de, la economía, el aumento será menos probable, pues, opinan los economistas, la Reserva Federal se arriesgue a frenar en exceso el crecimiento. EE UU también tiene limitado el margen a subir sus tipos por la delicada situación mexicana, ya que esta medida acentuaría la salida de capital del país vecino hacia el dólar.

Mientras, en el mercado comienza a consolidarse la expectativa de que Alemania baje sus intereses, una decisión que frenaría la subida del marco y daría un respiro a las monedas europeas. Ayer, el presidente del Bundesbank, Hans Tietmeyer, no descartó esta posibilidad y dijo que el banco central alemán estudiará un cambio en su política monetaria en la próxima reunión del jueves. La fortaleza de la moneda alemana -se ha apreciado un 10% frente al dólar y el yen y en torno a un 7% frente a la mayoría de las monedas de sus socios europeos- abarata las importaciones y, por tanto, contribuye a contener la inflación, la principal preocupación del Bundesbank. Pero el acuerdo salarial alcanzado con IG Metall -que prevé un 4%-, señalan otros analistas, podría impedir al banco central esta rebaja.

Para el presidente de la Comisión Europea, Jacques. Santer, la inestabilidad cambiaría que vive Europa hace más necesaria que nunca la moneda única, informa France Presse. Ante un grupo de empresarios, Jacques Santer declaró en Bruselas que no es normal que las monedas europeas dependan tanto del dólar, según recoge el diario belga La Libre Belgique.

Mientras, el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Enrique Iglesias, afirmó ayer en Palma de Mallorca que las instituciones internacionales "deben poner en marcha medidas para frenar a los especuladores", informa Patricio Candía.