Yeltsin logra el cese del fiscal y el jefe de policía de Moscú, pese a la oposición del alcalde

Los jefes de la policía y la fiscalía de Moscú fueron destituidos ayer en cumplimiento de la orden dada el jueves por el presidente ruso, Borís Yeltsin, en relación con el asesinato del popular periodista de televisión Vladislav Lístiev. La amenaza de destituir a esas personalidades había despertado las protestas de una serie de dirigentes y organizaciones. El alcalde moscovita, Yuri Luzhkov, insinuó el pasado fin de semana que dimitiría si se les echaba. Mientras, el Consejo de Seguridad ruso discutió ayer sobre la lucha contra la criminalidad, la capacidad defensiva del país y las pruebas nucleares.

Luzhkov -el influyente alcalde relacionado con el grupo financiero Most y a quien se atribuyen ambiciones presidenciales- trató de convencer a Yeltsin de que dejara en sus puestos al general VIadímir Pankrátov, jefe de la policía de Moscú, y a Guennadi Ponomariov, el fiscal de la capital. Luzhkov dijo el sábado que había explicado al presidente que "quienes aplaudirán [si hay cese] serán, en primer lugar, los bandidos, los representantes de las estructuras mafiosas". "Creo que lo más correcto ahora es trabajar con aquellos dirigentes en quienes confiarnos", subrayó el alcalde en unas declaraciones a la televisión rusa, e insinuó que dimitiría al decir que si, en contra de su opinión, de todas maneras se destituía a Pankrátov y Ponomariov, entonces él sacaría conclusiones y reaccionaría "sin demora".La destitución de estos personajes debilita objetivamente a Luzhkov, que a finales del año pasado perdió al jefe moscovita del Servicio Federal de Contraespionaje (SFC), Yevgueni Savostiánov, quien fue destituido debido a que envió a sus hombres a comprobar lo que sucedía con el Banco Most cuando éste fue bloqueado por las fuerzas de Seguridad de Yeltsin, que encabeza el polémico general Alexandr Korzhakov. El periódico liberal Izvestia escribía el sábado que se estaba aprovechando el asesinato de Lístiev para atacar a Luzhkov y a los medios financieros con los que el alcalde está relacionado.

En defensa de Ponomariov

En los últimos días, habían hablado en defensa de Ponomariov no sólo sus colegas de la fiscalía de Moscú, sino también parlamentarios e incluso organizaciones de defensa de los derechos humanos. Ponomariov tenía fama de ser una persona honesta y consecuente, pero incómoda para los dirigentes rusos. En 1993, rechazó la proposición de Yeltsin de ocupar el puesto de Fiscal General de Rusia.

Además, aquel mismo año incoó proceso, contra Alexéi Ilushenko, el actual Fiscal General en funciones, por calumnia y falsificación de documentos que comprometían a Alexandr Rutskói, entonces vicepresidente de la república.

El nuevo jefe de policía de Moscú, Nikolai Kulikov, nombrado ayer por el Ministerio del Interior, aseguró que "no habrá cambios radicales".

Borís Yeltsin presidió ayer la reunión del Consejo de Seguridad, que se reunió a puerta cerrada. El primer punto de la agenda era el estado de la lucha contra la criminalidad en Rusia y las medidas a tomar para garantizar la seguridad de los ciudadanos. Sobre el segundo punto, en materia de Defensa, informó el titular del ramo, Pável Grachov. Por último, los miembros de este poderoso organismo, que según la Constitución es sólo de carácter consultivo, escucharon un informe sobre la preparación del acuerdo para prohibir todas las prueblas nucleares.