Berlusconi pierde apoyos en su intento de hacer caer al Gobierno de Dini

No le secunda esta vez el voluble Marco Pannella, pero más sorprendente ha sido el cambio de posición del Centro Cristiano Democrático (CCD), portavoz habitual de la intransigencia del polo de la derecha que dirige Silvio Berlusconi. Ninguna de estas dos fuerzas comulgaba ayer con el no del ex primer ministro italiano al plan de ajuste financiero de Lamberto Dini, que hoy será votado en el Senado y que debería ser aprobado antes del sábado por la Cámara de Diputados. Si una de estas instancias lo rechazara, el Gobierno de Dini caería casi automáticamente.El proyecto, orientado a recortar en 18 billones de liras el creciente déficit público de este año, principalmente mediante subidas de la gasolina, el teléfono e impuestos indirectos, será probablemente aprobado en el Senado, ya que las fuerzas que en principio apoyan a Dini tienen ahí una mayoría razonable.

La situación en la Cámara de Diputados es más difícil para Dini. Los escasos votos del grupo de Pannella no bastan para formar una mayoría con los del Partido Popular Italiano (PPI), la Liga Norte y el Partido Democrático de la Izquierda (PDS) y otros grupos menores. El resultado final depende de lo que hagan los diputados salidos de la Liga y de otros grupos menores.

En ese panorama incide directamente el giro del CCD, que de una intención de voto contraria ha pasado a promover el diálogo junto al PPI, el otro partido surgido del tronco democristiano. El objetivo es que la maniobra pueda ser aprobada en el contexto de un acuerdo global sobre la reforma de las pensiones y la reorganización del sistema televisivo. Ello dejaría libre la vía hacia las urnas, y permitiría fijar un calendario electoral en el que las acusaciones de Berlusconi de que la izquierda utiliza el Gobierno de tregua y el Parlamento para impedir la consulta dejarían de tener sentido.

La aproximación del CCD al PPI responde a una procupación determinante: la caída de la lira por la crisis política.

Elecciones anticipadas

Ayer, la lira siguió perdiendo terreno incluso frente a la peseta y al escudo portugués, a pesar de que esas dos divisas acababan de devaluar significativamente su centro de flotación dentro del Sistema Monetario Europeo.

La solución para Berlusconi es un voto inmediato, a poder ser haciendo coincidir las elecciones generales con las provinciales, que obligue a retrasar todos los demás proyectos de reforma del sistema televisivo, incluido el referéndum. El riesgo deriva de que un político volcado exclusivamente en ese objetivo y en una campaña electoral ya desatada -con una continua presencia en televisión que sólo Berlusconi puede permitirse, mientras el país se hunde- puede ser fácilmente tildado de irresponsable. De ahí que hasta sus aliados traten de frenar a Berlusconi. El único que le sigue es Fini, aunque Fini aprieta menos el acelerador electoral y no tiene interés en que las provinciales coincidan con las generales.