Decepcionante corrida en Olivenza

La decepción fue tan grande como se presumía que sería el éxito de la corrida de Olivenza (Badajoz), con la que se inauguraba la temporada en Extremadura. Todo es taba preparado para un espectáculo triunfal. Sobre el papel, un atractivo cartel de toros y toreros: una ganadería de primera fila y una tema de jóvenes figuras con peso en la actualidad.La plaza estaba de bote en bote y se colgó el cartel de "no hay billetes". Varios miles de aficionados portugueses se desplazaron a Olivenza para deleitarse con el toreo de quien quieren convertir en ídolo nacional. Al final, ni toros, ni toreros, y sí una profunda decepción. Los toros fueron malos. Bueno, los toros eran de Torrestrella, que es toda una supuesta garantía para los toreros de hoy. Pero no fueron de carril. Todos muy sospechosos de pitones, presentaron dificultades en distinto grado: blandos, incómodos, deslucidos. Y eso no era lo previsto.

Ante este sorprendente panorama, las figuras del cartel acabaron con las incomodidades de fea manera. Enrique Ponce fue ovacionado en su lote; Jesulín de Ubrique tuvo aviso y dos avisos, respectivamente, en el suyo y Pedrito de Portugal, ovación y palmas.