Idas y vuelta
A finales de los ochenta, la despedida de Hombres G se unió a otras muchas que abandonaron el panorama de la música nacional. Una etapa de nerviosa calma ha terminado por gestar una nueva actitud. El regreso del compositor y cantante de la chistosa y optimista formación, David Summers, se hizo efectivo en la sala Aqualung, donde presenté su primer trabajo en solitario. Expectación en la vuelta al ruedo de los noventa; la sala a medio aforo, con muchas y muchos fans que recordaron los grititos histéricos con los que se colma a los cantantes romanticones.Pero David Summers parecía haber aligerado la carga que los Hombres G le habían dejado en herencia, y se centró en unas nuevas canciones que conservan restos románticos acentuados por la simplicidad y el andar por casa de las letras. Eso sí, con un sonido, un plantel de músicos y una cuidadísima carpeta que hacían prever un concierto con intenciones más formales.
Diferencias
Junto a seis músicos, dio comienzo una actuación que no pudo evitar algunas canciones de Hombres G y que, muy a pesar del vistoso acompañamiento de la banda, convirtió las blandas canciones de David Summers en temas que se repetían a sí mismos, de sonido plano, sin intensidad y perdiendo su capacidad y expresa intención de ser recordadas y tarareadas. La diferencia abismal entre el sonido del disco y el directo se hizo demasiado patente. David Summers volvió ante el vociferado reclamo de Hombres G para regalar los temas de los bises ante sus fieles fans.
Y en este marzo que, con motivo de la celebración del mes de la mujer, nos ofrece una amplia perspectiva de toda aquella música que tiene algún componente femenino, y que irá pasando por diferentes salas madrileñas en un programa de actos muy cuidado.
[En el terreno de la música rock destaca el próximo día 9 la Fiesta de la Solidaridad que reunirá a algunas de las músicas españolas más reconocidas.]
Los primeros en abrir los conciertos fueron Doctor Love y Santa Fe. Ambas bandas con vocalista femenina al frente. Los primeros vienen desde Barcelona con un pop estilizado, rotundo y atrevido; las valientes versiones de los Beatles, con el animoso Drive my car, y la romántica Angie de los Rolling Stones fueron un estupendo ejercicio de talento, en especial por la personalidad de la voz de su cantante.
El death metal, suavizado aunque machacante, que los madrileños Santa Fe traen a los escenarios tiene mucho de bueno y otro tanto de rebuscado; el buen hacer de los músicos, con la voz de Susana Ruiz, potente en el engranaje musical de la banda, consigue hacer funcionar el ruidoso motor de sus temas. Con la sala en perfecto equilibrio de público, numeroso y animado, pasó con buen pie el primer concierto del mes dedicado a la mujer.
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