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EL 'CASO ROLDÁN'

Belloch ocultó las condiciones de entrega de Roldán

El ministro asume la decisión política de admitir las exigencias planteadas por Laos

Juan Alberto Belloch ha pasado en 24 horas de brillar bajo los focos a ser visto con desconfianza por haber ocultado información a la opinión pública. El martes presentó a bombo y platillo la detención de Luis Roldán. Ayer se vio obligado a comparecer en una nueva rueda de prensa para contar lo que silenció en su intervención exultante del día anterior: que el Ministerio de Justicia de Laos aceptaba la "extradición administrativa" del ex director de la Guardia Civil para ser juzgado exclusivamente por corrupción y malversación. Según el ministro del Interior, está en manos de los tribunales la interpretación de si tal condicionamiento es o no vinculante para la justicia española. En todo caso, enfatizó, podrá ser investigado el uso corrupto de los fondos reservados.

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Belloch entró con semblante serio en la misma sala de prensa en la que el día anterior había hecho una entrada triunfal. La secretaria de Estado de Interior, Margarita Robles, y el director general de la Policía, Ángel Olivares, no se sentaron esta vez en la presidencia, sino en la primera fila de butacas. El ministro sonrió para los fotógrafos, y trató de tomar las riendas de la situación. A veces se convirtió en un frontón. Eran las 13.40. Cuatro horas antes había despachado con el presidente del Gobierno.El ministro aseguró en una conversación con EL PAÍS que su departamento informó a la juez Ana Ferrer de que Roldán se encontraba en Laos en cuanto la policía española tuvo información fiable. Asimismo, comunicó a la magistrada en términos genéricos las gestiones realizadas para obtener la entrega de Roldán. Belloch aseguró a este diario que su comunicación con los ministros del Interior y de Justicia de Laos se ha ceñido a los documentos transmitidos por fax, y que las conversaciones telefónicas han sido mantenidas exclusivamente por los agentes de policía.

En la conferencia de prensa de ayer, el titular de Justicia e Interior empezó por dar una explicación verosímil, pero incompleta, de por qué no había relatado la víspera que el departamento de Justicia de Laos le había remitido dos faxes, el 23 y el 24 de febrero, en los que especificaba las condiciones en que se entregaría a Roldán.

Belloch adujo que le parecía "escandaloso" que la juez del caso, Ana Ferrer, se enterara por una rueda de prensa de un documento de esas características. Pero omitió cualquier mención a la posibilidad de haber enviado los documentos a la magistrada la mañana del martes -según La Moncloa "se le anunció" el envío- y tampoco explicó por qué ante los periodistas no mencionó que la entrega de Roldán estaba sometida a ciertas condiciones pendientes de interpretación judicial.

Acosado por las sospechas, se amparó en que "el respeto a la justicia" le había llevado a "no adelantar una valoración ni a dar la información" de que habían existido condiciones para la extradición de Roldán. Los documentos con los requisitos -que Roldán sólo sea juzgado por dos delitos y el atestado sobre la detención fueron entregados ayer al juzgado número 16 de Madrid.

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Ante los matices de la letra pequeña, ante la desconfianza generada por el descubrimiento de un dato ocultado, Belloch subrayó el trasfondo político del hecho: el encarcelamiento del prófugo Luis Roldán. Eludió a toda costa el planteamiento del asunto que crea incertidumbre: si la magistrada instructora debe sentirse concernida por las condiciones establecidas por Laos: Y resaltó que el proceso judicial va a permitir en todo caso una investigación plena sobre el uso que Roldán hizo de los fondos reservados de la Guardia Civil y de su enriquecimiento personal a costa de amañar la adjudicación de contratos de obras del instituto armado.

Como ministro, ciñó su obligación al objetivo de poner a Roldán a disposición de la justicia. Con lo que pudo mantener que tal objetivo se ha cumplido.

Situó como asunto de exclusiva competencia de los jueces la determinación de si tienen alguna incidencia procesal las condiciones expuestas por Laos. Unas exigencias que ese país establece "en el ejercicio de su soberanía", pero que no necesariamente son vinculantes para España, vino a decir.

Y defendió la "decisión política", que asumió personalmente pero consultó con Felipe González: traer a España a Roldán cuanto antes, aun con las dificultades y limitaciones que pudiera entrañar. Decisión que le pareció, y le sigue pareciendo, acertada porque de lo contrario Roldán continuaría ahora, y quién sabe por cuánto tiempo más, lejos de la justicia.

Belloch afirmó "categóricamente" que el Ministerio de Justicia e Interior "no ha tenido contactos ni ha pactado con Roldán. No ha habido pacto ni lo puede haber entre el Gobierno de Laos y el Gobierno español", insistió.

Según él, la tesis del pacto queda en ridículo si se tiene en cuenta que, en cualquier caso, el ex director general puede ser procesado por los dos delitos más graves: cohecho y malversación. Pero también tuvo que reconocer que si resultasen vinculantes las condiciones de la extradición -que España tiene que validar diplomáticamente mediante el reconocimiento legal de las firmas y el contenido de los documentos-, Roldán sería condenado a un máximo de 12 años.

"Me van a creer"

El ministro lanzó una andanada contra quienes creen que el Gobierno ha pactado con el ex director general. "Eso forma parte", dijo, "de la terrible cultura de la sospecha que practican lo! irresponsables que pueblan la vida pública de este país. Hay gente con un enorme disgusto personal y político" porque Roldán haya sido finalmente localizado, detenido y encarcelado.

"Pero yo estoy seguro de que los ciudadanos y ciudadanas de este país me van a creer", afirmó. No lo citó expresamente, pero apuntó al PP como principal destinatario de sus críticas. Porque incluso pronosticó que el PP pedirá su dimisión antes de siete días. Una dimisión que a él ni se le ha pasado por la cabeza.

Belloch aseguró desconocer en qué situación estuvo Roldán entre los días 20 y 27 de febrero, desde que las autoridades de Laos confirman que se encuentra en su territorio hasta que es entregado en Bangkok a la policía judicial española. "No sabemos absolutamente nada. No lo sabemos porque no pudimos entrar en Laos. Lo que dice el fax que nos enviaron el día 20 es que Roldán 'se encuentra' en Laos".

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