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EL 'CASO ROLDÁN'

Dinero fresco para salir a escape

Roldán apuró a su intermediario suizo para vender dos casas y recaudar unos 200 millones

Corría septiembre de 1993 y Luis Roldán atisbó que iba a necesitar en breve dinero contante. En aquellas fechas, contactó con un. agente inmobiliario de origen suizo, Roland Claude Costacurta, para ofrecerle dos viviendas, una en París y otra en Guadalupe. Por ambas, Roldán pidió primero 9.200.000 francos franceses (220 millones de pesetas). Luego, ya apurado, rebajó la suma a 8. 100.000 francos (194 millones). Un juez suizo arrestó el pasado verano al mencionado testaferro acusado de blanquear ese dinero para Roldán.Costacurta, de 53 años, aporta muchos datos en sus declaraciones tras ser detenido el pasado mes de junio. Lo que no explica este agente inmobiliario es por qué Roldán -que se presentó a sí mismo como el señor Ibáñez, de profesión ingeniero- contactó con él para la venta de las dos casas y luego, ante la dificultad para pagarlas, le ayudó también a buscar una sociedad que las financiase. El favor le pareció "extraño" y le vio tan nervioso que forzó la rebaja en el precio.

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El agente suizo afirma que conoció a Roldán en septiembre de 1993 a través de la sociedad Guardias, con sede en Madrid, dedicada a actividades inmobiliarias y asesoría fiscal. El primer contacto lo hizo Blanca Rodríguez Porto, que se identificó como señora Ibáñez y le habló de esa sociedad y de su interés por vender un piso de 255 metros cuadrados en París. En octubre, Blanca volvió a llamar. Estaba en Ginebra con los documentos del inmueble. Roldán y su esposa fueron al despacho de Costacurta y le enseñaron los planos y la escritura de la casa y fotos de la propiedad de Guadalupe.

Costacurta pidió ver el piso de París y quedaron para otra cita el mismo mes de octubre en la capital francesa. Ese olía fue Roldán el que abrió la puerta, le enseñó parte de la casa porque el resto estaba en obras y le reclamó un precio de 6.200.OCO francos. El agente ofreció 5 millones.

A mediados de noviembre, Roldán avisé a Costacurta de una nueva visita a Ginebra para formalizar el contrato. Para el mismo ya usó el pasaporte con su identidad verdadera. Recibió 100.000 francos y un recibo.

Roldán y su esposa volvieron a Ginebra en diciembre de 1993 Se alojaron en el hotel Holiday Inn. Costacurta les dijo que había dificultades para hallar compradores. Roldán, entonces, le propuso una financiación a través de una sociedad cuyo nombre no citó para que éste comprara las casas y compartiese el beneficio en caso de obtener un precio superior al pactado.

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En enero de 1994 la financiación (9.200.000 francos) apareció en una cuenta de la sociedad Komeco, administrada por Costacurta, en el Crédit Suisse de Ginebra. Roldán explicó que el dinero, de origen ruso, llegaría por una sociedad especializada en estas operaciones y que podría llamarse Omerdale. El negocio se alargó y no se cerró notarialmente la nueva escritura hasta el 14 de abril de 1994.

Costacurta mantiene que fue entonces cuando se enteró de que Roldán ya había obtenido otros créditos de esas propiedades, cuando le dieron las llaves del piso parisino y cuando empezó a escuchar noticias de la poca solvencia de sus clientes.

El agente fue arrestado en su despacho el 2 de junio de 1994. El juez le acusó de blanqueo de dinero y, subsidiariamente, de encubrimiento por haber obstaculizado la identificación del origen del mismo.

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