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Un robot reaccionario protagoniza en las salas EE UU la primera película interactiva

El público toma partido en el desarrollo de la acción con un mando a distancia

Cuarenta y cuatro salas de exhibición de Estados Unidos han comenzado a proyectar la primera película interactiva que se distribuye a escala nacional. En ella, el público toma diversas decisiones sobre el desarrollo de la acción apretando botones en un mando a distancia sujeto a cada butaca. El argumento de Mr. Payback, algo así como El Señor Venganza, es tan vergonzoso como reaccionario: el tipo que da nombre a la película es un robot con forma humana que se dedica a golpear y humillar a aquellos a quienes considera "escoria" o "sacos de mierda".

La experiencia funciona del siguiente modo: primero hay que pagar cinco dólares (tres menos que el precio habitual) y sentarse en la butaca intentando no clavarse el mando a distancia de hierro que está pegado al apoyabrazos. Cuando se apagan las luces, una voz anuncia por megafonía que se trata de una película interactiva y anima al público a gritar, hablar, silbar y "comportarse como si hubieran crecido en un establo" (como si este tipo de actitud no tuviera suficiente arraigo en las salas de cine de EE UU).A continuación se describe sucintamente un mundo futuro en el que la informática está totalmente implantada, pero en el que los "sacos de mierda" siguen campando a sus anchas causando molestias a los demás (en ese momento aparece en pantalla un titular de periódico en el que puede leerse: "El Congreso aprueba la subida de impuestos").

Seguidamente aparece el Señor Venganza, que es un actor salido de la serie de televisión Los vigilantes de la playa. A este individuo acuden tres personas con distintos problemas, momento en el cual la audiencia debe tomar su primera decisión: elegir qué pobre indefenso va a recibir los servicios del Señor Venganza. Pulsando uno de los tres botones del mando a distancia tantas veces como se desee, se vota por una de tres opciones, y la película, que está grabada en soporte de láser-disc, sigue por el derrotero preferido por el público.

Tipos de castigo

El más votado suele ser un caso de acoso sexual en un internado de señoritas. Durante los 20 minutos siguientes, parte del público se deleita eligiendo qué tipo de castigo o humillación recibe el villano en cada momento. La otra parte se pregunta si su mando a distancia funciona, pues su opción, nunca sale elegida, y al tercer intento se da cuenta de que le da completamente igual. Las escenas más favorecidas contienen sadomasoquismo, flatulencias, mucosidades y violencia gratuita. La película es autorizada para todos los públicos, y hay niños que se quedan en la sala sesión tras sesión para ver todas las combinaciones posibles del argumento.

Mr. Payback ha recaudado la muy modesta cifra de 80.000 dólares (unos diez millones de pesetas) en sus primeros tres días en la cartelera, aunque esa cifra no puede compararse con la de cualquier otra película, ya que se exhibe en muchas menos salas. La misma cantidad de dinero cuesta acondicionar una sala con equipos de láser-disc.y mandos a distancia para su proyección. Bob Gale, guionista de las películas de Regreso al futuro, escribió y dirigió Mr. Payback con un presupuesto de 250 millones de pesetas.

La productora Interfilms y Sony Entertainment han anunciado varias películas interactivas basadas en el sistema que han estrenado con Mr. Payback. Este tipo de reclamos ajenos a lo que puede considerarse cine tuvo su etapa dorada con las películas del excéntrico director y productor William Castle en los años cincuerita. Entonces, Castle introdujo una serie de ingenuos trucos mecánicos como el llamado Emergo (varios esqueletos de pega se descolgaban del techo durante los momentos críticos de una película de terror) o el Percepto, un sistema eléctrico conectado a las butacas que sacudía calambres durante la película.

Ahora el cine interactivo se vende como una extensión lógica de los juegos de CD-ROM y de realidad virtual. "Está dirigido a niños y quinceañeros, eso es absolutamente cierto", ha declarado Bob Gale. "Tenemos dos generaciones que han crecido con juegos interactivos, igual que nosotros crecimos con la televisión y nuestros padres crecieron con la radio".

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