Hamás responderá con "fuego" a las "provocaciones" de la policía palestina
Yasir Arafat va a tener que pensar dos veces antes de arremeter contra los palestinos que con el Corán, las balas y explosivos atacan su proyecto de paz con Israel. Desde una cárcel israelí, el fundador de Hamás, el jeque paralítico Ahmed Yasin, acaba de formular una advertencia contundente: los militantes de Hamás responderán "con fuego", igual que hacen con los judíos, "si la policía palestina provoca enfrentamientos".
Ésa es la sustancia de las desusadas declaraciones del líder y fundador de Hamás, publicadas por el diario panárabe Al-Hayat. El portavoz del Gobierno israelí salió al paso de las críticas asegurando que no hubo una entrevista propiamente dicha, pero admitió que el jeque, condenado en 1989 a cadena perpetua por ordenar los asesinatos de numerosos colaboracionistas árabes, pudo haber pasado su mensaje a través de intermediarios y compañeros de celda.Yasín promete "guerra sin cuartel" contra Arafat y su Gobierno autónomo en Gaza y Jericó si éste sucumbe a las presiones israelíes y occidentales para aplastar al aguerrido movimiento integrista palestino. Esa es una posibilidad, dice, si se toma en cuenta que Arafat "se ha convertido en una extensión de los servicios de información israelíes". A juicio de Yasín, eso quedó demostrado cuando la policía de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) cooperó activamente con agentes israelíes para dar con el paradero del soldado israelí Nahshón Waxman, secuestrado por militantes islámicos en octubre pasado y muerto junto con sus captores en un intento de rescate. Yasín también cita la matanza de militantes palestinos en Gaza a manos de la policía de Arafat al mes siguiente.
En el artículo firmado por Jamal Jashogi, especialista de asuntos islámicos de Al-Hayat, Yasin asegura que la paz con Israel va contra la ley islámica, pero, no descarta "una tregua temporal de 10 años" con el Estado judío. (La tregua, dice, sería para aunar fuerzas y luego atacara Israel). Yasín descarta cualquier posibilidad de suavizar su postura frente al proceso de paz firmado por Arafat y el Gobierno israelí. "Los árabes que están haciendo la paz con Israel están legitimando la usurpación de Palestina".
Yasín, confinado desde su niñez en una silla de ruedas, se quejó de su estado de salud, pero advirtió que nunca abandonará la cárcel si ello implica hacer concesiones a Israel. Dice que en una ocasión agentes israelíes le ofrecieron la libertad a cambio de información capaz de dar con el cadáver de llán Saadón, un soldado israelí de 19 años secuestrado por miembros de Hamás en mayo de 1989 en Gaza. "Les dije que no canjearía mi cautiverio por un cadáver", afirma Yasín, según Al-Hayta. "Salir de la prisión en esas circunstancias va contra mi honor. Prefiero quedarme en la cárcel por cien años antes de prestarme a un canje", agrega. Yasín dijo que en otra ocasión un oficial israelí le ofreció salir en libertad a cambio de una clara condena de la violencia. "Me negué", dijo, y advirtió que Israel nunca podrá contra la fuerza de Hamás y la vocación islámica al martirio.
Fueron precisamente las reiteradas amenazas de Hamás y la Yihad Islámica, así como el temor a enfrentamientos en Jerusalén, lo que determinó anteayer un formidable despliegue policial israelí en Jerusalén, donde 200.000 musulmanes acudieron a orar a la mezquita de Al-Aqsa en el último viernes del mes sagrado de Ramadán. No hubo incidentes, pero la masiva participación puso al Gobierno en guardia.
Los únicos incidentes de mención tuvieron lugar en las localidades de Hebron y Nablus, en la Cisjordania ocupada, donde las tropas israelíes detuvieron, a 31 personas, 26 árabes y cinco pacifistas judíos. En Nablus, dos personas resultaron heridas.
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