El presunto espionaje de Marco salpica al diputado nacional Fernando Gimeno
Las actas de la comisión de las Cortes aragonesas que investiga el presunto espionaje político tras la llegada de José Marco al Gobierno, autonómico, en septiembre de 1993, recogen testimonios de que el también secretario regional de los socialistas habría ordenado, con Fernando Gimeno, diputado en el Congreso, la obtención de informaciones privadas y comerciales de otros personajes públicos.José Gimeno, sin vínculo familiar con el diputado socialista y empleado de la agencia de detectives Diamond, que trabajó para el PSOE y el Gobierno regional en circunstancias que investiga la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Aragón, indica que su jefe, José Gómez, le ordenó obtener información sobre la vida privada y las actividades económicas de casi 20 personas. Se habría realizado por encargo de Marco y Gimeno.
Igualmente, el espía afirma haber mantenido dos conversaciones telefónicas con Gimeno para recibir instrucciones y que su jefe percibió de éste económicas en metálico como anticipo para los gastos. Expone también que los dos políticos socialistas se reunieron en más de una ocasión con Gómez para planificar la operación y recibir las informaciones que se iban obteniendo.
Gimeno desmintió a este periódico los pasajes de la declaración del investigador que le afectan. Dijo, sin embargo, no recordar si había mantenido alguna conversación telefónica con él y que cualquier pago a Gómez Moreda se había hecho con talones bancarios. Las cantidades se libraron por el concepto del encargo realizado para que se examinaran las actividades mercantiles del diputado José María Mur, del Partido Aragonés (Par). El parlamentario socialista puso mucho interés en señalar que la decisión de hacer esta investigación se había adoptado por la comisión ejecutiva, al tiempo que indicó que su abogado redactó ayer mismo una demanda contra José Gimeno para que desmienta todos los aspectos incriminatorios sobre él.
Por su parte, varios de los presuntamente espiados y cuyas referencias figuran en las actas de la comisión reaccionaron ayer con indignación, aunque la mayoría matizó que suponía la confirmación de lo que ya se sospechaba. También indicaron estar en una "indefensión jurídica y política" al no sentirse protegidos en su vida privada por la justicia y continuar Marco ejerciendo el poder al frente del PSOE aragonés.
Se desconoce, por el momento, el alcance de las actuaciones de la Fiscalía en este caso, aunque se sabe, de fuentes jurídicas, que sus trabajos se están dirigiendo más hacia la verificación del origen de los fondos con que se pagó el presunto espionaje.
De las declaraciones de los testigo s se podría. deducir que esta operación. habría sido financiada, al menos en parte, con dinero del Gobierno regional a través de encargos oficiales paralelos. En el caso Mur, el PSOE reconoce haber abonado unos cinco millones a Diamond.
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