La Cruz Roja reclama la ayuda de Perú y Ecuador para recoger a los muertos en el conflicto fronterizo

ENVIADO ESPECIALEjecutado el cese de hostilidades en la frontera amazónica por la cordillera del Cóndor, la Cruz Roja Internacional reclama la colaboración de los ejércitos contendientes para retirar de la selva los cadáveres en descomposición de los soldados caídos, y destacados políticos de Perú y Ecuador denuncian como lesiva la Declaración de Paz de Itamaraty.

Mientras el candidato presidencial peruano, Javier Pérez de Cuéllar, ex secretario general de Naciones Unidas, asegura que beneficia. territorialmente a Ecuador, los ex presidentes ecuatorianos Rodrigo Borja y León Febres Cordero afirman lo contrario: gana Perú; los gobiernos de Lima y Quitó se declaran vencedores y sus presidentes prometen defender en la mesa de negociaciones las reclamadas victorias castrenses. El martes llega al área en disputa el primer grupo de observadores internacionales del alto el fuego.

El anterior secretario general de la ONU, que pide un debate nacional sobre el contenido de la declaración de paz, sostiene que el texto "materializa una concesión indebida que pone en duda la soberanía peruana sobre parte del territorio nacional". Javier Pérez de Cuéllar, que disputará la presidencia al favorito de las elecciones generales del 9 de abril, Alberto Fujimori, advierte además que "no existe equivalencia entre el retiro de tropas peruanas y las ecuatorianas: "La zona de retiro es sólo territorio peruano. Nuestras Fuerzas Armadas están obligadas a retirarse de las zonas que el Ecuador ocupó por la fuerza, mientras que las tropas ecuatorianas se mantiene al borde de su propia frontera, con lo cual se premia y alienta la agresión".

Pérez de Cuéllar alerta sobre la ausencia de un punto que obligue a la demarcación de los 78 kilómetros de frontera entre Ecuador y Perú pendiente. "La posibilidad de nuevos conflictos queda latente".

En Quito, Rodrigo Borja (1988-92) y León Febres Cordero (1984-88) lamentan concesiones inaceptables y una perjudicial asimetría en el documento de Brsilia, negada por el presidente Sixto Durán-Ballén. "No se ha dado un paso atrás", manifestó en un mensaje a la nación. "La zona de desmilitarización es una garantía de paz. El repliegue es sólo para garantizarla".

En declaraciones televisivas, Febres Cordero denunció el abandono "de tres puestos militares ecuatorianos, Cueva de los Tayos, Base Sur y Tiwintza, mientras que las fuerzas peruanas no se retiran de ninguno". "Le insisto", dijo, "el temor a la guerra no nos puede hacer retroceder porque estamos perdidos".