Comunidad y arqueólogos se culpan de la destrucción de un yacimiento
La Comunidad de Madrid y los arqueólogos privados que estuvieron al frente de las excavaciones de un poblado de la Edad del Bronce encontrado en Alcalá de Henares sólo coinciden en una cosa: una parte del yacimiento ha sido arrasado por las excavadoras. Los arqueólogos dicen que ningún organismo público quiso escuchar sus denuncias. Patrimonio, responde que los avisos llegaron tarde y mal, cuando ya nada se podía hacer.
Esta historia comienza en los últimos años de la Edad del Bronce (unos 1.000 años antes de Cristo), cuando una población nómada formada por unas treinta personas abandona sus cabañas, a escasos, kilómetros del centro urbano de la actual Alcalá de Henares (166.250 habitantes).En 1993, el Ayuntamiento de Alcalá. y la Comunidad de Madrid, ajenos a esta historia, acuerdan permitir la construcción de una escuela de hostelería, un hotel y un bloque de viviendas en el mismo sitio donde se alzaba el poblado. La Dirección General del Patrimonio de la Comunidad pone sólo una condición para dar su visto bueno a las obras: la empresa que construya las edificaciones tendrá que contratar a un grupo de arqueólogos antes de comenzar los trabajos.
Las obras comenzaron. Se efectúan los primeros movimientos de tierra. Ante los ojos de los arqueólogos aparecen los primeros restos del desconocido poblado. José, Antonio Macarro, director de las excavaciones, explica: "`En ese momento dimos la voz de alarma. Le dijimos a la empresa constructora que parase inmediatamente las obras. No, nos hizo caso. Avisamos a la Comunidad de Madrid y al Ayuntamiento. No obtuvimos ninguna respuesta. Las máquinas lo destruyeron todo. Apareció una cabaña completa y la machacaron". Miguel Ángel Castillo, director del Patrimonio, da otra versión: "Los arqueólogos no avisaron a ninguna administración. Se limitaron a indicarle a la constructora que no podía seguir trabajando. Los constructores, al carecer de una orden de la Comunidad impidiéndoles continuar las obras, arrasaron el yacimiento. Los arqueólogos no cumplieron con su deber profesional".Castillo continúa: "Cuando nuestros expertos llegaron al yacimiento ya era tarde. Aun así, paralizamos las obras para evitar nuevos daños. Encargamos a los arqueólogos que es tudiasen el resto de la finca. Lo hicieron, pero aún no nos han facilitado la memoria de lo en contrado. Si en breve no nos lo entregan, nosotros excavaremos la finca".
Macarro replica: "No les pensamos dar el informe porque es la única arma que nos queda para que la constructora nos pague. Si entregamos a la Comunidad esta memoria, les darán a los constructores el permiso de obras y nosotros no cobraremos". Macarro reconoce que han extraído seis esqueletos, varios objetos funerarios, un cuenco, puntas de lanza, una rueda de molino, restos de cabañas y pequeños trozos de bronce. "Los tenemos guarda dos en casa", explica,
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