La Audiencia de Barcelona deja libre sin fianza a Narciso de Mir, socio de De la Rosa
Narciso de Mir, socio de Javier De la Rosa e inculpado en el proceso por los delitos de apropiación indebida y falsedad en documento, quedó ayer en libertad sin fianza. De Mir salió de la cárcel Modelo de Barcelona a primera hora de la tarde de ayer después de tres meses de prisión preventiva. A diferencia del criterio del juez del caso, que inculpó a De Mir como cooperador necesario de los dos delitos, el tribunal que ha resuelto el recurso entiende que no fue cooperador de la supuesta apropiación indebida. En relación con el mismo asunto, el juez volvió a citar ayer al ex secretario, de Presidencia de la Generalitat que formalmente no había recibido la notificación remitida la semana pasada.
Narciso de Mir, que entró en prisión el 7 de noviembre, es el primero de los cinco apresados del caso De la Rosa al que la Audiencia admite el recurso. El juez del caso, Joaquín Aguirre, ordenó la prisión para De Mir por su supuesta participación en una de las operaciones investigadas judicialmente. Se trata de la compra, por parte de Grand Tibidabo -sociedad en la que De Mir fue miembro del consejo-, del 50% de New Teknon -en manos de la mujer del financiero, Mercedes Misol, a través de la sociedad Mexans-. Por esa operación, Grand Tibidabo pagó 2.200 millones a la sociedad vendedora, Mexans. De Mir actuó como apoderado en nombre de Grand Tibidabo.Se da la circunstancia, además, de que este inculpado es socio de Quail España que, a su vez, es la propietaria del 99% de las acciones de Mexans. La citada compraventa es objeto de estudio judicial porque provocó sustanciosas pérdidas en el activo de Grand Tibidabo.
Sólo apoderado
La compra fue anulada porque la sociedad estadounidense National Medical Enterprises tenía derechos preferentes ya que se trataba de acciones sindicadas. Pese a que la compra de Grand Tibidabo a Mexans fue anulada, ésta última sociedad no devolvió los 2.200 millones de pesetas que recibió de Grand Tibidabo. Por lo tanto, la operación tuvo una consecuencia negativa para Grand Tibidabo al sufrir una descapitalización.
Por toda esta operación, el juez concluyó que De Mir era cooperador necesario tanto dé la supuesta apropiación como de una falsedad en documento. El tribunal de la Audiencia tiene otro criterio sobre la participación de De Mir. De acuerdo con el auto de libertad, el hecho de que ese inculpado interviniese como apoderado en la operación no conlleva que fuese cooperador del resultado de la misma. Para apoyar su tesis, los magistrados explican que en un contrato de compraventa, como fue el del paquete de acciones, los que quedan obligados son las dos partes: la propiedad y el que compra.
Siguiendo esa teoría, sólo es a esas dos partes a quienes se puede imputar el delito de apropiación indebida si se incumple el contrato. Es decir, el tribunal entiende que el hecho de que De Mir actuara como apoderado en nombre de Grand Tibidabo no es suficiente para acusarle de la apropiación. Deja claro, no obstante, que se trata de su criterio para revocar la situación de prisión. En palabras de los propios magistrados: "Estimación que no prejuzga el carácter lícito o delictivo de la operación de autos, ni en su caso de la posible responsabilidad criminal que pudiera tener el hoy recurrente". Lo que no hace el tribunal es pronunciarse sobre la acusación de falsedad en documento. El socio de De la Rosa salió ayer sobre las 16.00 horas de la Modelo con un semblante desmejorado que reflejaba el tiempo pasado en el penal. No hizo declaraciones.
En cuanto a la declaración del ex secretario de Presidencia de la Generalitat, Lluís Prenafeta, el juzgado tuvo que volverle a citar ayer por problemas con la notificación. Prenafeta comparecerá mañana como inculpado para que aclare el dinero que Grand Tibidabo facilitó al diario El Observador.
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