Un 'holding' defraudó 500 millones con la venta ilegal de gasóleo,

Una red de empresas consiguió defraudar en los cinco primeros meses de 1994 más de 500 millones de pesetas con la venta fraudulenta de gasóleo. La firma Gallega de Petróleos (Gapesa),propiedad de Ezequiel Flores Alvarez, en libertad bajo fianza, supuestamente vendía gasóleo A (de automoción), por el que Hacienda reclama 41,70 pesetas / litro de impuestos especiales, y lo declaraba al fisco como si fuera combustible de los tipos B y C (agrícola y para calefacciones), por el que se pagan 12,20 pesetas de gravamen. Es decir, vendían gasóleo de coches como si fuera para tractores y calefacción.La red de venta fraudulenta de gasóleo fue desarticulada en junio, en una operación coordinada por el juez Miguel Moreiras. Más de 20 personas fueron detenidas, pero la mayoría quedaron en libertad bajo fianza. Desde aquella acción, la Sección de Fraude Fiscal de la Brigada de Delincuencia Económica y Financiera ha estado analizando los más de 40.000 documentos intervenidos en una veintena de empresas para demostrar el fraude y su cuantía.

Los inspectores han acreditado y demostrado varios sistemas, de fraude fiscal por parte de Gapesa, situada en Redondela (Pontevedra), una empresa que almacenaba gasóleo importado legalmente desde Portugal en régimen suspensivo, es decir, sin pagar impuestos. Cuando Gapesa vendía el combustible a las gasolineras, momento en el que había que abonar los impuestos, era cuando se producía el fraude, según fuentes policiales. El ámbito de actuación se sitúa. en Galicia, Extremadura y otras provincias limítrofes con Portugal.

La modalidad de fraude más beneficiosa era la introducción de gasóleo de Portugal para su venta directa a las gasolineras sin control ni declaración de impuestos. Se cobra como tipo A, por lo que el beneficio por cada camión cistema, de unos 30.000 litros, supera el millón y cuarto de pesetas.

Las otras modalidades de fraude implican la falsificación de documentos y suponen un beneficio neto de un millón de pesetas por cada camión cisterna ("el camión del millón", se llama en el sector). En cualquier caso, la sociedad declaraba a Hacienda cada mes que había vendido una cantidad de gasóleo A muy inferior a la real, y al mismo tiempo incrementaba extraordinariamente al volumen de combustible C y B, que paga casi 29 pesetas menos por litro más el 15% del IVA. Para ello se falsificaba la contabilidad de la existencias de hidrocarburos en el depósito de Gapesa y también se alteraban los albaranes y documentos de envío, según fuentes policiales. En algunos casos se contaba con la complicidad del gasolinero, ya que el beneficio era mutuo.